Don sobresliente para edificar la iglesia, El, por Witness Lee

RECOBRAMOS 1 CORINTIOS 14:26 AL PRACTICAR EFESIOS 4:11-16

En 1984 me di cuenta de que el recobro del Señor prácticamente se había estancado. Habíamos entrado en un estado de aletargamiento. El Señor en Su misericordia nos hizo sentir que debíamos participar en Su recobro de manera decisiva. El Señor ha recobrado muchas verdades y prácticas bíblicas a lo largo de la historia de la iglesia. El hermano E. H. Broadbent en su libro The Pilgrim Church [La iglesia peregrina] dijo que la historia del recobro del Señor se remonta al segundo siglo. El Señor ha recobrado muchas cosas, pero existe al menos un asunto que aún no ha podido recobrar. Él aún no ha podido recobrar la manera en que debemos reunirnos. La manera tradicional en que se reúne el cristianismo es conforme a las costumbres de las naciones (2 R. 17:8, LBLA). El hermano Nee vio esto hace cincuenta años. Este asunto sobre la manera bíblica de reunirnos fue publicado en libros como La vida cristiana normal de la iglesia y Los asuntos de la iglesia. Él dijo que la iglesia debía poner en práctica lo dicho en 1 Corintios 14:26. Éste es un asunto muy importante en el Nuevo Testamento que necesita ser recobrado. ¿Dónde podemos ver una reunión en la que los cristianos se congregan, y cada uno tiene algo? En 1 Corintios 14:26 Pablo emplea la palabra tiene cinco veces: cada uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación, tiene lengua, tiene interpretación. El hermano Nee llamaba a este tipo de reunión, una reunión en mutualidad. Esto es diferente de las costumbres de las naciones. Cuando las naciones se congregan, solamente una persona habla y las demás escuchan. Esta práctica es mundana y natural.

Yo estaba allí presente cuando en enero de 1937 el hermano Nee dio los mensajes que se hallan impresos en el libro La vida cristiana normal de la iglesia. Uno de esos días él se enfermó y me encargó que compartiera uno de los mensajes. Me dio diez puntos para que los compartiera por él. Once años más tarde, en 1948, él condujo un entrenamiento en el cual dio una serie de mensajes que se encuentran publicados en el libro Los asuntos de la iglesia. Nuevamente él habló acerca de nuestra necesidad de practicar 1 Corintios 14:26. Sin embargo, poco después de este entrenamiento, China cayó en manos de los comunistas, y el hermano Nee fue encarcelado por veinte años hasta el día de su muerte. Después de ese entrenamiento, yo fui enviado a Taiwán y, debido a ello, no tuvimos tiempo de practicar la verdad presentada en 1 Corintios 14:26.

No fue sino hasta recientemente en mi ministerio que el Señor me recordó de este asunto. Le pregunté al Señor cómo podíamos tener una reunión en la cual cada uno tiene algo que ministrar para el cumplimiento de 1 Corintios 14:26. Después de esto, el Señor me dirigió a Efesios 4. Si hemos de dar cumplimiento a 1 Corintios 14:26, tenemos que atender a lo que dice Efesios 4:11-16. Todas las personas dotadas tienen que perfeccionar a los santos. Entonces todos los santos realizarán exactamente lo que las personas dotadas hacen, y cada miembro del Cuerpo ejercerá su función. Por la operación de cada miembro todo el Cuerpo de Cristo causa el crecimiento de sí mismo. La respuesta en cuanto a cómo se puede cumplir lo dicho en 1 Corintios 14:26 se halla en Efesios 4:11-16. Podemos considerar esto el evangelio, las buenas nuevas, porque esto es parte del recobro del Señor y un avance en el recobro del Señor.

Somos muy bendecidos porque hemos sido salvos, porque se nos han quitado los velos, y porque estamos en la posición correcta para practicar 1 Corintios 14:26. Esto es una parte muy significativa de la historia de la iglesia; creo que el recobro actual del Señor es eternamente significativo. Basados en la Palabra, podemos saber con certeza que lo dicho en 1 Corintios 14:26 y en Efesios 4:11-16 se cumplirá. Lo más importante que nos revelan estos dos pasajes de la Palabra es la reunión apropiada de la iglesia para la edificación el Cuerpo orgánico de Cristo, no para la edificación de una congregación. Esto tiene que cumplirse, y el cumplimiento de esto constituye una gran parte de la obra de recobro del Señor. Esta revelación debe ser un tesoro para nosotros y debemos recibirla como las buenas nuevas. Somos muy bendecidos por estar en este tiempo en el recobro del Señor.

(Don sobresliente para edificar la iglesia, El, capítulo 6, por Witness Lee)