DEBEMOS ESFORZARNOS
POR COOPERAR CON EL SEÑOR
A FIN DE QUE SE CUMPLA 1 CORINTIOS 14:26
En 1 Corintios 14:26 dice que cada vez que nos reunimos, cada uno tiene algo del Señor para compartir con los demás asistentes en la reunión para la edificación de la iglesia. Debemos preguntarnos dónde se encuentra esta realidad en la tierra hoy. Este versículo tiene que cumplirse y se cumplirá. Hace cincuenta años, en 1937, el hermano Nee vio este asunto, y lo que él compartió en comunión fue publicado en el libro La vida cristiana normal de la iglesia. Hicimos lo posible por encontrar la forma de practicar esto, pero no pudimos. En 1948 el hermano Nee condujo un entrenamiento de cuatro meses en el cual liberó una serie especial de mensajes que se encuentran publicados en el libro Los asuntos de la iglesia. En esta serie de mensajes, él habló nuevamente acerca de la verdad en 1 Corintios 14:26 de una manera muy enfática. En 1984 yo regresé de los Estados Unidos a Taiwán porque me di cuenta de que necesitábamos tener un nuevo comienzo. Taiwán era la fuente del recobro del Señor en el exterior de China. Después de cuatro años de estudio en Taipéi, finalmente fui guiado a este punto: 1 Corintios 14:26. Debemos poner todo nuestro empeño a fin de cooperar con el Señor para que se cumpla este versículo. Esto me fue revelado a mí, y por ello sentí que no podía contentarme simplemente con lo que había enseñado en los pasados veinticinco años. Debía experimentar un nuevo comienzo. Debía hacer lo posible por dirigir y guiar a los santos a experimentar este nuevo comienzo.
Puesto que 1 Corintios 14:26 es un versículo que se encuentra en la Palabra santa, tiene que cumplirse. Si no tomamos esta carga, el Señor tendrá que buscar a otros, y esto lo retrasará. Sin embargo, para Él, un pequeño retraso tiene poca importancia porque para Él mil años son como un día. Nosotros somos quienes sufriremos pérdida, pues nos desviaremos de Su meta, perderemos Su sonrisa hoy y también Su recompensa. El hermano Nee vio este asunto y les habló de ello a los santos, pero ellos no encontraron la forma de practicarlo. Más tarde, volvió a hablar de esto por segunda vez, pero poco después fue arrestado y encarcelado, donde murió después de veinte años. No me cabe duda de que el Señor ciertamente contará al hermano Nee como un vencedor, pero si yo no soy fiel en llevar a cabo esta visión, siento que me habré desviado de la meta, que me perderé la recompensa y que seré reprendido severamente por el Señor. El hermano Nee me habló de esto y yo lo vi, así que tengo que hacer algo. Es por ello que siento una carga tan pesada al respecto.
Hoy el Señor está haciendo Su obra para cumplir lo dicho en 1 Corintios 14:26. Cuando logre cumplir este versículo, Él podrá edificar Su Cuerpo orgánicamente y preparar Su novia orgánicamente. La obra de edificación que el Señor lleva a cabo es orgánica, no algo organizacional como sucede en el cristianismo. Debemos experimentar un cambio. Ciertas fábricas, después de cierto periodo de tiempo, tienen que cambiar las máquinas que usan para mantenerse al día con la tecnología más reciente; pues, de lo contrario, se quedarán atrás. Por lo tanto, tenemos que “cambiar nuestras máquinas”. En el pasado, les he dicho que nadie puede cambiar el mundo en que vivimos, pero que los medios de transporte sí pueden ser mejorados. El hombre ha progresado de las carretas a los aviones 747. No podemos cambiar la verdad, pero debemos experimentar un cambio implementando una manera de proceder que sea mejor y más bíblica en cuanto a poner en práctica la verdad. Necesitamos experimentar un cambio. Nuestra manera de proceder es demasiado vieja. Debemos desechar la manera de proceder que es conforme a la tradición. Nosotros vinimos al recobro del Señor, pero una gran parte de las tradiciones del cristianismo vino con nosotros.
Tengo tal carga porque he visto claramente la visión. Tengo la profunda convicción de que el Señor me ha dado una comisión. Si no libero esta carga para que se cumpla 1 Corintios 14:26, no le estaré siendo fiel al Señor. Así que no tengo otra alternativa delante del Señor. El diablo odia esta manera de proceder porque sabe que lo arrinconará al edificar el Cuerpo de Cristo y al preparar la novia para la venida de Cristo. Estoy convencido de que en lo profundo de nuestro espíritu hay una respuesta a esta comunión. Estoy completamente seguro de que el Señor levantará a algunos hermanos fieles que cumplirán 1 Corintios 14:26 para que la edificación orgánica del Cuerpo de Cristo sea una realidad.
(
Don sobresliente para edificar la iglesia, El, capítulo 1, por Witness Lee)