Tener comunión con el Señor para la mezcla de Dios con el hombre, por Witness Lee

CONOCER LA MENTE, LA PARTE EMOTIVA Y LA VOLUNTAD

Los santos del Antiguo Testamento meditaban en Dios y vivían delante de Él

Los santos del Antiguo Testamento sabían que si ellos deseaban vivir delante de Dios, tenían que fijar sus mentes en Dios y en las cosas de Dios. La mayoría de las palabras de los salmos describen cómo vivía la gente piadosa delante de Dios. A menudo ellos volvían su mente a Dios y a las cosas de Dios. En el libro de Salmos reflexionar de manera meditativa sobre Jehová equivale a poner la mente en el espíritu según Romanos 8:6. Las palabras de David en Salmos 104:34 son muy preciosas. Él dijo: “Séale agradable mi meditativa reflexión”. Una nota de Darby’s New Translation [La Nueva Traducción de Darby] dice que esto puede traducirse: “Mi meditación de Él será agradable”. Por un lado, Dios considera agradable nuestra reflexión meditativa; a Él le agrada que nosotros reflexionemos sobre Él. Por otro, reflexionar de manera meditativa sobre Dios es algo agradable y placentero para nosotros. Esto ciertamente es así. Cuando nosotros reflexionamos sobre Dios, tenemos interiormente una sensación agradable. Reflexionar sobre Dios es volver nuestros pensamientos de todo lo demás a Dios. Nuestra persona sigue nuestros pensamientos y corre en pos de todo lo que pensamos. La palabra distraído indica que la mente constantemente corre en pos de diferentes cosas. Cuando reflexionamos sobre Dios, ello significa que nuestra mente se inclina hacia Dios.

Salmos 1:2 nos habla de una persona que se deleita en la ley de Jehová y que medita en Su ley de día y de noche. Esto nos muestra cuánto los santos del Antiguo Testamento reflexionaban sobre Dios y vivían delante de Él.

(Tener comunión con el Señor para la mezcla de Dios con el hombre, capítulo 4, por Witness Lee)