Línea central de la revelación divina, La, por Witness Lee

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III. CRISTO, COMO SIMIENTE DE LA MUJER, DESTRUYÓ A SATANÁS, QUITÓ EL PECADO, ANULÓ LA MUERTE Y CRUCIFICÓ AL VIEJO HOMBRE EN SU HUMANIDAD

Cristo, como simiente de la mujer, se hizo cargo de Satanás, el pecado, la muerte y el viejo hombre. La primera estrofa de Himnos, #401 expresa el hecho de que Cristo es el Victorioso sobre Satanás, el pecado, y la muerte:

¡Cristo es el victorioso!     Dilo con fervor. ¡De la muerte y del pecado     Cristo es Vencedor!

¡Aleluya! ¡Victorioso!     Dilo por doquier; Sobre todo enemigo     Vencedor es Él.

El pecado y la muerte son el producto de Satanás. El pecado provino de Satanás y resulta en muerte (Ro. 5:12). Sin embargo, Satanás fue destruido por Cristo, el pecado fue quitado por la muerte de Cristo y la muerte fue anulada por la manifestación de Cristo en la carne. Además, nuestro viejo hombre, que fue corrompido por Satanás, el pecado y la muerte, llegó a su fin al ser crucificado juntamente con Cristo. Todos estos elementos estaban incluidos cuando la simiente de la mujer hirió la cabeza de la serpiente. Éstos son los logros de Cristo, la simiente de la mujer.

(Línea central de la revelación divina, La, capítulo 9, por Witness Lee)