Línea central de la revelación divina, La, por Witness Lee

Más extractos de este título...

II. LA ECONOMÍA DIVINA PROCEDE DE LA VOLUNTAD, PROPÓSITO, BENEPLÁCITO Y CONSEJO DE DIOS

La economía divina procede de la voluntad, propósito, beneplácito y consejo de Dios; así que, la voluntad, propósito, beneplácito y consejo de Dios tienen como fin la impartición divina. Todo lo que Dios ha logrado tiene un solo propósito. Este propósito consiste en que Dios se imparta a Sí mismo en Su pueblo escogido.

(Línea central de la revelación divina, La, capítulo 4, por Witness Lee)