LAS CUATRO ERAS
ENTRE LAS DOS ETERNIDADES
La Biblia abarca cuatro eras entre la eternidad pasada y la eternidad futura: la era anterior a la ley, la era de la ley, la era de la gracia y la era del reino. La era de la gracia abarca toda la era neotestamentaria, desde Mateo 1 hasta Apocalipsis 19. La última era, la era del reino de mil años, relatada en Apocalipsis 20, tendrá su consumación en el cielo nuevo y la tierra nueva. Será la introducción al cielo nuevo y a la tierra nueva mencionados en Apocalipsis 21—22.
La era anterior a la ley
El período de tiempo desde la creación de Adán hasta la primera venida de Cristo duró unos cuatro mil años. La primera parte de este período, desde Génesis 1 hasta Éxodo 19, se llama la era anterior a la ley.
La creación del hombre
Lo primero que se narra en este período es que Dios creó al hombre (Gn. 1:26; 2:7). Aunque se registra la creación de muchas otras cosas en Génesis 1 y 2, lo más importante según el estudio-vida de la Biblia es la creación del hombre.
Génesis 1:1 es el único versículo en los primeros dos capítulos que trata directamente de la creación de los cielos y la tierra. Génesis 1:1-2 dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Pero la tierra se convirtió en desolación y vacío, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas”. Los cielos y la tierra fueron creados, pero la tierra se convirtió en desolación y vacío. Esto era el trasfondo de la creación de la vida. Cuando la tierra se convirtió en desolación y vacío, Dios vino como Espíritu para cernirse sobre la faz de las aguas. Esto hace alusión a la vida. El Espíritu que se cernía, en el versículo 2, es parecido a la gallina que empolla sus huevos para calentarlos a fin de que la vida pueda manifestarse.
La creación del universo fue el principio de la creación de la vida. Génesis 1 es un relato de la creación de la vida. En Génesis 1 el Espíritu vino y empezó a hacer muchas cosas maravillosas. Primero, Dios dijo: “Haya luz” (vs. 3-4). Esta luz no tenía como fin solamente la creación de la tierra; tenía como fin la vida. Segundo, Dios separó las aguas de arriba de las aguas de abajo al insertar una expansión (vs. 6-8). El aire, el cual necesita todo ser vivo, estaba en esta expansión. Tercero, Dios separó la tierra del agua (vs. 9-10).
Lo más importante que hay en la tierra son las diferentes formas de vida. Aprecio la hierba, las flores y los árboles. Las plantas y los árboles son bellos. Génesis 2:9 dice que los árboles eran agradables a la vista y buenos para comer. Entre los árboles que eran agradables a la vista y buenos para comer estaba el árbol de la vida. Este árbol representa a Cristo, quien es tanto agradable a la vista como bueno para comer.
Después de la creación de las plantas en Génesis 1:11-12, Dios dijo: “Bullan las aguas con un bullir de animales vivientes, y vuelen las aves sobre la tierra en la abierta expansión de los cielos’’ (v. 20). Después, Dios creó el ganado, todo animal que se arrastra, las bestias de la tierra, como por ejemplo los perros, los gatos, los leones, los leopardos, los tigres y los osos (v. 24). En Nueva Zelandia una de las cosas más impresionantes es los rebaños de ovejas sin número. En Brasil hay muchas clases de pájaros diferentes. Los animales vivientes del aire, de la tierra y de las aguas hacen que la tierra sea hermosa.
Después de la creación de las plantas y los animales, Dios dijo: “Hagamos al hombre’’ (v. 26). El hombre es lo más elevado de toda vida creada. Sin embargo, el más elevado nivel de vida es la vida divina, representada por el árbol de la vida (2:9). El relato de Génesis avanza desde la vida de las plantas, pasa por la vida animal y la vida humana, y llega a la vida divina. En la creación de las plantas y los animales, Dios empezó desde las formas más bajas y siguió hasta las formas más elevadas. El relato de la creación que está en Génesis es la narración de la vida. Toda la Biblia es un libro de vida.
Muchos cristianos hablan de la creación de los cielos y de la tierra en los primeros dos capítulos de Génesis, pero pasan por alto el asunto de la vida. Dios no nos dijo cómo creó los planetas ni las estrellas, pero invirtió mucho tiempo en Génesis 2 dándonos un cuadro detallado. Primero, este cuadro describe cómo Dios hizo el hombre a partir del polvo (v. 7), parecido a la manera en que un niño haría un muñeco de barro. Luego, describió en detalle al árbol de la vida y el río que corre a su lado (vs. 9-14). En el fluir de ese río, que se repartía en cuatro brazos, había tres materiales preciosos: oro, bedelio y ónice (v. 12). Dios usó muchas palabras para describir estas cosas, pero no dio ningún detalle en cuanto a las cosas que los científicos estudian hoy en día. Esto se debe al hecho de que Génesis 1 y 2 son la narración de la vida.
(
Línea central de la revelación divina, La, capítulo 8, por Witness Lee)