Línea central de la revelación divina, La, por Witness Lee

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I. UN RESULTADO DE LA VOLUNTAD, PROPÓSITO, BENEPLÁCITO Y CONSEJO DE DIOS

La economía divina es algo que procede de la voluntad, el propósito, el beneplácito y el consejo de Dios.

A. La voluntad de Dios es el deseo de Dios

La voluntad de Dios es lo que Dios quiere, Su deseo. La voluntad de Dios es lo que Él desea y quiere hacer. El beneplácito de Dios pertenece a Su voluntad. Efesios 1:5 habla acerca del “beneplácito de Su voluntad”. Su beneplácito está incorporado en Su voluntad, así que Su voluntad lo precede. La voluntad de Dios estaba escondida como misterio en Dios, por lo cual Efesios 1:9 habla del misterio de Su voluntad. En la eternidad Dios planeó una voluntad. Esta voluntad estaba escondida en Él; por eso era un misterio. La voluntad de Dios como un misterio escondido en Él produce la economía, la impartición, de Dios (3:9). De la voluntad de Dios procede la economía de Dios a través de Su propósito, Su beneplácito y Su consejo.

(Línea central de la revelación divina, La, capítulo 3, por Witness Lee)