I. CRISTO EN SU ASCENSION
En el libro de Apocalipsis, Cristo es revelado como el Cristo ascendido (5:3-6, 8-14). En los cuatro evangelios, vemos a Cristo encarnado, viviendo en la tierra, crucificado y resucitado. Sin embargo, no vemos mucho de Cristo en Su ascensión. Aunque los evangelios, el libro de Hechos y las epístolas mencionan la ascensión de Cristo, en ninguno de estos libros encontramos una exposición clara de la escena o lo que ocurre en los cielos después de la ascensión. Si queremos visualizar esta escena, tenemos que leer el Apocalipsis, donde encontramos el cuadro de Cristo en los cielos después de Su ascensión. En este libro tenemos una exposición completa y clara del mismo Cristo que ascendió a los cielos. Además, en esta descripción, vemos la escena, el panorama y la condición en que están los cielos después de la ascensión de Cristo. Solamente cuando visualizamos esta revelación podremos adorarlo a El de una manera adecuada.
A. El León-Cordero
El Cristo ascendido es el León-Cordero. (5:5-6). En el Evangelio de Juan, Juan el Bautista declaró: “He aquí el Cordero de Dios” (Jn. 1:29). Pero en el escenario celestial después de la ascensión de Cristo, El es revelado principalmente como León, no como Cordero. Mientras Juan lloraba porque “no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de mirarlo” (5:4), uno de los ancianos le dijo: “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos” (5:5). Es posible que antes de la crucifixión, era razonable que Juan llorase. Pero era insensato que se lamentara después de la ascensión. ¿Esta usted hoy lamentándose? Si todavía está llorando, esto indica que no ha recibido la visión del Cristo ascendido que aparece en el capítulo cinco de Apocalipsis. Usted necesita ver el León de la tribu de Judá. Génesis 49:8-9 se refiere a Cristo como el León de Judá, y solamente en Apocalipsis se nos dice que Cristo es el León de la tribu de Judá. El León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido y es digno de abrir los sellos de la economía de Dios. Después que Juan oyó esta declaración de boca de uno de los ancianos, vio “en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, un Cordero en pie, como recién inmolado” (5:6). El vio al León como un Cordero. ¿Es Cristo el León o el Cordero? Es ambos. Por consiguiente, podemos llamarle el León-Cordero.
¿Por qué es Cristo tanto el León como el Cordero? Porque nosotros tenemos dos problemas principales, a saber, el pecado y Satanás. Los cristianos en su mayoría solamente se ocupan del problema del pecado y se olvidan de Satanás. No piense que su esposo es una persona difícil de tratar. No lo censure a él, el culpable es Satanás, quien está detrás de la situación. De la misma manera, todas las esposas son buenas. Las cosas malas que provienen de las esposas, en realidad no provienen de ellas, sino de Satanás, quien está detrás. El Cordero es contrario al pecado y resuelve los problemas del pecado, y el León es el que hace frente a Satanás. Cristo como Cordero efectuó la redención, habiéndonos lavado de nuestros pecados. Como León derrotó a Satanás. El puede satisfacer nuestras necesidades y resolver nuestros problemas. Ya el pecado fue erradicado, Satanás fue eliminado, y nosotros fuimos redimidos y rescatados de la mano usurpadora del enemigo.
(
Estudio-vida de Apocalipsis, capítulo 2, por Witness Lee)