II. LA GRAN MULTITUD
En Apocalipsis 7:9-17 vemos el testimonio de Jesús expresado en la gran multitud. Según lo narrado en el capítulo siete, esta gran multitud es la colectividad de todos los redimidos, los cuales fueron rescatados “de toda nación y tribu y pueblo y lengua” (7:9). Todos ellos han pasado por tribulación. Esto indica que no ha existido una iglesia, en ningún lugar, que nunca haya pasado por tribulación. El mundo siempre persigue a las iglesias (Jn. 16:33). Dondequiera que esté la iglesia, siempre habrá cierto grado de persecución. Apocalipsis 7:14 indica que todos los redimidos pasarán por tribulación; allí dice: “Estos son los que han salido de la gran tribulación”. Esta gran multitud ha salido victoriosa de la tribulación, pues todos ellos tienen palmas en las manos, lo cual representa su victoria sobre la tribulación (7:9). Finalmente, en la eternidad, ellos serán protegidos por Dios con Su tabernáculo, según lo indica 7:15: “Y Aquel que está sentado sobre el trono extenderá Su tabernáculo sobre ellos”. Este es el destino de los redimidos de Dios. ¡Cuán maravilloso! Además, el Cordero los pastoreará en los manantiales de agua de vida por la eternidad (7:17).
Apocalipsis 7:9-17 no nos muestra un grupo particular de creyentes, sino la condición general del conjunto de los redimidos de Dios en la eternidad. En la eternidad ellos disfrutarán la protección de Dios y el pastoreo de Cristo. Este es nuestro destino. Este pasaje revela que mientras Cristo trae el juicio de Dios sobre la humanidad, cuida de los redimidos. Finalmente, todos los redimidos de Dios serán arrebatados al trono de Dios, y allí disfrutarán la protección de Dios y el pastoreo del Cordero.
(Estudio-vida de Apocalipsis, capítulo 3, por Witness Lee)