Estudio-vida de Apocalipsis, por Witness Lee

V. LA ADORACION DE DIOS

En Apocalipsis 4:8-11 vemos la adoración de Dios. Aquí todavía no tenemos la adoración del Cordero, puesto que éste no se menciona sino hasta el capítulo siguiente. Este capítulo solamente presenta la escena a la cual Cristo ascendió. La adoración de Dios aquí es ofrecida por los cuatro seres vivientes, quienes representan a todos los seres vivos (vs. 8-9), y por los veinticuatro ancianos que representan a los ángeles (vs. 10-11). En esta escena todos los seres creados adoran a Dios. En el versículo 8 los seres vivientes dicen: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir”. El hecho de que se diga santo tres veces, tal como en Isaías 6:3, implica que Dios es triuno. También el uso de tres tiempos verbales al hablar de la existencia de Dios también implica que Dios es triuno. Las alabanzas de los cuatro seres vivientes (v. 9) y las de los veinticuatro ancianos (v. 11) se componen de tres elementos, lo cual implica que tanto los seres vivientes como los ancianos alaban al Dios Triuno. Los primeros dos elementos, la gloria y la honra, se repiten en ambos casos, pero el último elemento es diferente. En las alabanzas de los cuatro seres vivientes, la última es la acción de gracias porque ellos fueron redimidos y están agradecidos por la redención realizada por la gracia de Dios; en cambio, en las alabanzas de los veinticuatro ancianos la última es el poder porque, como gobernantes del universo y no como criaturas que hayan sido redimidas, aprecian el poder de Dios, con el cual gobiernan.

En el versículo 11 los veinticuatro ancianos dicen: “Digno eres Tú, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y la honra y el poder; porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas”. Dios es un Dios determinado, y Su voluntad concuerda con Su deseo. El creó todas las cosas según Su voluntad para así cumplir y llevar a cabo Su propósito. Este libro, el cual da a conocer la administración universal de Dios, nos muestra Su propósito. Por tanto, en la alabanza que los veinticuatro ancianos rinden a Dios por Su obra creadora, vemos que la creación está relacionada con la voluntad de Dios.

Los veinticuatro ancianos angélicos, por ser quienes llevan a cabo la administración de Dios en el universo, expresan en sus alabanzas la voluntad de Dios manifestada en la creación. El hombre puede apreciar fácilmente la creación, pero le es difícil conocer la voluntad de Dios, el propósito por el cual lo creó todo. Las alabanzas de los ancianos angélicos son una introducción al contenido de este libro, el cual revela la voluntad de Dios y Su propósito al crear cuanto existe: tener una morada eterna para Su satisfacción y expresión. Esta es la santa ciudad, la Nueva Jerusalén. En la Nueva Jerusalén, la voluntad de Dios al crear todo lo que existe será completamente revelada y cumplida. Dios quedará completamente satisfecho y se expresará enteramente en la Nueva Jerusalén y por medio de ella. Esta es la intención que Dios tenía al crear el universo, y ésta es la meta del libro de Apocalipsis. La alabanza de los ancianos angélicos nos indica esto, y Apocalipsis se desarrolla en esta dirección. Por último nos conduce a la máxima consumación de la voluntad de Dios, por la cual creó todas las cosas.

(Estudio-vida de Apocalipsis, capítulo 17, por Witness Lee)