DIOS SE MEZCLA CON EL HOMBRE
AL IMPARTIRSE EN FORMA DE ALIMENTO
Ahora queremos ver cómo Dios realiza esta obra. En otras palabras, queremos ver cómo Dios construye este edificio. Ya dijimos que el edificio de Dios se obtiene mediante la mezcla de Dios y el hombre. Dios se mezcla con el hombre, y mezcla al hombre consigo mismo; en esto consiste la edificación. Pero ¿cómo se mezcla Dios con el hombre? Dios se mezcla con nosotros y se hace uno con nosotros al entrar en nosotros en forma de alimento para ser nuestra vida.
La mejor manera para que cualquier cosa se mezcle con nosotros es que la comamos. Por ejemplo, si usted quiere que un pollo o una manzana se mezclen con usted y lleguen a ser uno con usted, la mejor manera es que los coma para que sean digeridos y lleguen a ser su sangre, huesos, carne, piel y todos sus elementos. De este modo, usted y el alimento que ha ingerido se mezclarán y llegarán a ser uno. Así pues, la mejor manera para que algo que está fuera de nosotros se mezcle con nosotros es que lo comamos.
Recuerden que Dios, a fin de mezclarse y ser edificado con nosotros, procede de esta única manera: Él viene en forma de alimento para que nosotros lo comamos. Dios desea que la relación que el hombre tiene con Él no se caracterice por un hombre que lo adora o hace cosas para Él; más bien, Dios desea que el hombre lo reciba en forma de alimento a fin de ser digerido en el hombre y llegar a ser la constitución intrínseca del hombre. Según las Escrituras, la primera vez que Dios se le apareció al hombre no se le presentó como un Dios que el hombre debiera adorar, sino en la forma del árbol de la vida para que el hombre lo comiera. Después que el hombre fue creado, Dios lo puso frente al árbol de la vida (Gn. 2:9). Esto significa que Dios quería que el hombre lo comiera, que recibiera esta vida dentro de sí como alimento.
La primera vez que leímos la Biblia y llegamos a Génesis 2, probablemente no entendimos el significado de ello. Sin embargo, a la luz del Nuevo Testamento, especialmente a la luz del Evangelio de Juan, esto es muy claro. El Evangelio de Juan dice que “en Él estaba la vida” (1:4) y que el Señor vino para que tengamos vida (10:10b). El Señor Jesús mismo les dijo a las personas claramente que Él era el pan de vida y que el que le comiera viviría por causa de Él (6:35, 48, 57b). Las palabras del Señor nos muestran que así como ingerimos diariamente el alimento a fin de vivir por dicho alimento, Él también desea que nosotros le recibamos como alimento a fin de vivir por causa de Él. Por lo tanto, el Evangelio de Juan repetidas veces usa la palabra en. Por ejemplo: “Vosotros en Mí, y Yo en vosotros” (14:20b), y “Tú, Padre, estás en Mí, y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros” (17:21). Todas estas veces que aparece la preposición en revelan que el Señor desea entrar en nosotros y que nosotros entremos en Él, a fin de que Él y nosotros podamos mezclarnos y llegar a ser uno.
(Obra de edificación que Dios realiza, capítulo 3, por Witness Lee)