Estudio-vida de Éxodo, por Witness Lee

III. FARAON MATO A LOS HIJOS DE ISRAEL

A. Mató a los hombres y preservó a las mujeres

Faraón no solamente esclavizó a los hijos de Israel, sino que también intentó matar a todos los niños varones que nacieron de mujeres hebreas (1:15-19). El versículo 22 dice: “entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida”. La Biblia indica que la vida del varón sirve para el propósito de Dios; y especialmente entre el pueblo caído, la vida de la mujer sirve para el placer del hombre. Lo que hizo Faraón en Egipto es exactamente lo que está haciendo Satanás hoy en día: está matando la vida que sirve para el propósito de Dios y preserva la vida que sirve para el placer del hombre. Como creyentes en Cristo, aún nosotros podemos ser usados por Satanás para matar al varón, una vida que es para el propósito de Dios, y preservar a la mujer, la vida para el placer del hombre. Todo creyente tiene ambas clases de vida. Si no tenemos la gracia del Señor, a diario seremos un Faraón que mata la vida para el propósito de Dios y conserva la vida para el placer del hombre. Por ejemplo, en el día del Señor, muchos cristianos no tienen deseos de asistir a las reuniones. Al contrario, pasan el día disfrutando de deportes, entretenimientos, y diversiones. No obstante, en el día del Señor, los creyentes deberían reunirse para adorar al Señor, escuchar Su palabra y servirle. Sin embargo, en el día del Señor, muchos creyentes matan la vida del varón, pero conservan la vida de la mujer. En cuanto a la adoración del Señor en el día del Señor, ellos están amortecidos, pero cuando se trata de compartir los entretenimientos y diversiones mundanas, son activos y muy vivientes.

Satanás siempre busca oportunidades para matar la vida que sirve para el propósito de Dios y preservar la vida que sirve para el placer del hombre. ¿Ha considerado usted alguna vez por qué resulta mucho más fácil murmurar que orar? Orar consiste en ejercitar la vida masculina, pero murmurar, es ejercitar la vida femenina. Quizás aún ahora usted es uno con Satanás al matar la vida que sirve para el propósito de Dios. Cuando el Señor nos incita a orar y en lugar de eso murmuramos, somos usados por Satanás para matar la vida masculina y preservar la vida femenina. Esto indica que hoy en día estamos haciendo lo mismo que Faraón en el capítulo uno de Exodo. ¿Vive usted por la vida que sirve para el propósito de Dios o por la que sirve para el placer del hombre? Es posible que parte del tiempo usted sea un Faraón entronizando el ego y matando la vida que sirve para el propósito de Dios, pero preserva la vida que sirve para su propio placer.

(Estudio-vida de Éxodo, capítulo 2, por Witness Lee)