LA INTRODUCCION
Lucas 1:1 y 2 dicen: “Ya que muchos han emprendido el trabajo de componer un relato de las cosas que se han cumplido cabalmente entre nosotros, tal como nos las trasmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra”. La palabra muchos del versículo 1 indica que hubo más de cuatro personas que escribieron una crónica de la vida terrenal del Salvador. Las cosas mencionadas en este versículo se refieren a los acontecimientos del nacimiento, ministerio y martirio de Juan el Bautista, y del nacimiento, vida, ministerio, enseñanza, muerte, resurrección y ascensión de Jesús, que ocurrieron para la realización del plan redentor de Dios, cuyo fin es salvar por gracia a los pecadores.
El versículo 2 indica que el escritor de este evangelio no estuvo entre los discípulos que anduvieron con el Señor durante Su vida terrenal. Al decir: “Los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra”, Lucas señala al primer grupo de creyentes neotestamentarios, que acompañó al Salvador en Su ministerio terrenal. A ellos se les llama “ministros de la palabra”. La palabra griega traducida ministros significa siervos oficiales, ordenanzas, quienes asisten o sirven a un oficial o quienes tengan la autoridad para llevar a cabo sus órdenes. Esta palabra se emplea en Lucas 4:20, Mateo 5:25, Marcos 14:54, Hechos 26:16 y 1 Corintios 4:1. La palabra de 1:2 es la palabra del evangelio ministrada y predicada a la gente (Hch. 6:4; 8:4).
Una crónica consecutiva
Lucas 1:3 y 4 dicen: “Me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la certeza de las cosas en las cuales has sido instruido”. Aquí Lucas expresa que está escribiendo una crónica consecutiva. Esta crónica trata de la vida, el ministerio y el martirio de Juan el Bautista, y de la vida, el ministerio, la enseñanza, la muerte, la resurrección y la ascensión de Jesús, el Salvador-Hombre. Este evangelio puede considerarse como una biografía de estas dos personas. Por supuesto, el Evangelio de Lucas es principalmente una biografía del Salvador.
Escrito por Lucas
La iglesia primitiva reconoció a Lucas como el autor tanto de este evangelio como de Hechos. El estilo de los dos libros muestra que Lucas fue el autor de ambos. Lucas era un gentil (Col. 4:14, cfr. Col. 4:11), probablemente un griego asiático y médico (Col. 4:14). En Troas se unió a Pablo y a su ministerio y le acompañó en sus últimos tres viajes ministeriales (Hch. 16:10-17; 20:5—21:18; 27:1—28:15). El fue fiel compañero de Pablo hasta que éste fue martirizado (Flm. 24; 2 Ti. 4:11). Por eso, su evangelio debe de representar la perspectiva de Pablo, así como el de Marcos representa la de Pedro.
A Teófilo
Sabemos por Lucas 1:3-4 que este evangelio fue dirigido a Teófilo. Este es un nombre griego, que significa amado por Dios, o amigo de Dios. Probablemente Teófilo era un creyente gentil que ocupaba algún puesto oficial en el Imperio Romano. Por lo tanto, este evangelio fue escrito por un médico gentil a un oficial gentil.
(
Estudio-vida de Lucas, capítulo 1, por Witness Lee)