SANA AL PARALITICO
En el caso en que se sana al paralítico (5:17-26), vemos también los atributos divinos del Señor expresados en Sus virtudes humanas. En 5:20 El dijo al paralítico: “Hombre, tus pecados te son perdonados”. Cuando los escribas y los fariseos oyeron esto, comenzaron a cavilar, diciendo: “¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” (v. 21). El Señor Jesús ejercitó Su autoridad divina para perdonar los pecados del paralítico y Su poder divino para sanarle. Pero en este caso también vemos que el Señor ejercitó Su bondad, la cual es una virtud humana. Por lo tanto, en este caso la virtud humana del Señor también expresa Su atributo divino.
Lucas 5:24 dice: “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa”. El Salvador-Hombre era Dios mismo encarnado, y no se consideró el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Exteriormente, El tenía la semejanza y el porte del hombre, pero interiormente El era Dios (Fil. 2:6-7). El era el Salvador-Hombre y también el Dios-Salvador. Así que, no sólo tenía la capacidad de salvar pecadores, sino también la potestad para perdonar pecados. En este caso, siendo Dios, perdonó los pecados del paralítico, pero afirmó que era el Hijo del Hombre. Esto indica que El era el Dios verdadero y un hombre auténtico, que poseía deidad y humanidad. En El los hombres pueden ver tanto Sus atributos divinos como Sus virtudes humanas.
(Estudio-vida de Lucas, capítulo 13, por Witness Lee)