Estudio-vida de Lucas, por Witness Lee

LA JUVENTUD DEL PRECURSOR

Con relación a la juventud del precursor del Salvador-Hombre, dice Lucas 1:80: “Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en el desierto hasta el día de su presentación a Israel”. Este versículo menciona dos hechos: que el precursor se fortalecía en espíritu y que estuvo en el desierto hasta el día en que se presentó a Israel.

Tanto la madre como el padre del precursor estaban llenos del Espíritu Santo (vs. 41, 67). Por lo tanto, le fue fácil a su hijo crecer y fortalecerse en su espíritu, con el resultado de que vivía en el desierto. El hecho de que él creciera y se fortaleciera en el espíritu significa que estaba con Dios y entregado a Dios. El hecho de que viviera en el desierto significa que estaba fuera de la cultura y la religión del hombre, para que Dios tuviese una vía despejada para usarle como el precursor del Salvador.

Como alguien que nació sacerdote, Juan, igual que Samuel, debió haber pasado mucho tiempo en el templo. Sin embargo, como un nazareo neotestamentario, Juan vivió en el desierto, y no en el templo. El desierto es un lugar sin cultura, tradición o religión. Al vivir en el desierto, Juan se desligó de todo lo relacionado con el fondo tradicional. El era judío, pero no vivía como judío. El era sacerdote, pero no vivía como sacerdote; al contrario, el precursor del Señor vivía como una persona inculta.

Sabemos por Mateo 3:3 que el precursor del Salvador-Hombre comenzó su ministerio en el desierto. Esto implica que Dios tuvo la intención de que Su economía neotestamentaria comenzara de una manera absolutamente nueva. Por lo tanto, Juan el Bautista vino predicando en el desierto de Judea (Mt. 3:1).

Como iniciación de la economía neotestamentaria de Dios, esta predicación no se efectuó en el templo santo, dentro de la ciudad santa, donde los religiosos y los cultos adoraban a Dios según sus ordenanzas bíblicas. Más bien comenzó en el desierto, de una manera rústica, sin guardar ningún precepto viejo. Esto indica que la vieja manera de adorar a Dios según el Antiguo Testamento fue repudiada, y que una nueva manera estaba a punto de ser introducida.

La palabra desierto hallada en Lucas 1:80 y Mateo 3:1 y 3 indica que el nuevo camino de la economía neotestamentaria de Dios es contrario a la religión y a la cultura. También indica que nada viejo quedó y que algo nuevo iba a ser establecido.

(Estudio-vida de Lucas, capítulo 5, por Witness Lee)