LA RELACION ENTRE LOS ESCRITOS
DE JUAN Y EL LIBRO DE EXODO
El Cordero y el tabernáculo
Existen varios temas importantes en el libro de Exodo, de los cuales el primero es el cordero pascual. Este libro lleva el nombre “Exodo” debido a que el cordero pascual hizo posible que los hijos de Israel salieran de Egipto. El segundo tema que vemos en Exodo es el tabernáculo. Una vez que los hijos de Israel celebraron la pascua, abandonaron Egipto y llegaron al desierto, Dios les mostró Su deseo de que le edificaran un tabernáculo. Así que, al final de Exodo, en el capítulo cuarenta, vemos erigido un tabernáculo lleno de la gloria de Dios. Por lo tanto, el primer tema importante de Exodo es el cordero y el último, el tabernáculo. Ahora quisiera preguntarles: en los libros de Juan, a saber, su evangelio, sus epístolas y el Apocalipsis, ¿cuáles son el primer tema principal y el último? Los escritos de Juan presentan la frase: “He aquí” dos veces. En Juan 1 se encuentra una de ellas: “¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (v. 29), y en Apocalipsis 21 hallamos la otra: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres” (v. 3). En Exodo leemos acerca del cordero y del tabernáculo, y vemos que el cordero tiene como meta el tabernáculo. De la misma manera, en los escritos de Juan tenemos el Cordero y el tabernáculo, y también en ellos vemos que el Cordero tiene como meta el tabernáculo.
El aceite de la santa unción
Entre el cordero y el tabernáculo hay otros temas, tal como el aceite de la santa unción, que se encuentra en Exodo y también en las epístolas de Juan. La unción mencionada por Juan no fue algo de su propio invento, sino que él tomó dicho término del libro de Exodo. Sin embargo, si sólo leemos las epístolas de Juan, podremos conocer acerca del aceite de la santa unción, pero no de sus ingredientes. Si queremos conocer dichos ingredientes, tenemos que ir a Exodo. Allí vemos que el ingrediente básico es un hin de aceite de oliva, al cual se le añadían cuatro clases de especias: quinientos siclos de mirra, doscientos cincuenta siclos de canela aromática y doscientos cincuenta siclos de cálamo, y quinientos siclos de casia. Las dos unidades de doscientos cincuenta siclos forman una unidad de quinientos siclos. Estos son los elementos que constituyen el aceite de la santa unción. El aceite de oliva era el ingrediente básico, al cual se le agregaban cuatro clases de especias que se mezclaban con éste. Finalmente, el aceite ya no era sólo aceite, sino que llegaba a ser un ungüento. Por otra parte, las medidas de los ingredientes representan al Dios Triuno, ya que el Segundo fue partido. El número cinco representa a Dios el Creador junto con el hombre, la criatura. La muerte de Cristo está implícita en el hecho de que la segunda unidad fue partida. El cálamo, que crece en lugares pantanosos, representa la resurrección, y la fragancia de la casia tiene el poder de repeler insectos ponzoñosos. Al unir estos ingredientes vemos los elementos y las funciones del aceite de la santa unción.
Necesitamos estudiar los “clásicos”
del Antiguo Testamento
Basados en lo dicho anteriormente, comprendemos que no es suficiente tener sólo el Nuevo Testamento, sino que también necesitamos el Antiguo Testamento. Por ejemplo, el Nuevo Testamento menciona el aceite de la santa unción, la unción misma, pero no revela sus ingredientes ni sus funciones. A fin de conocer sus ingredientes y sus funciones tenemos que ir a los “clásicos”, donde encontramos el cuadro original. ¿Cuáles son los “clásicos”? Uno de ellos es el libro de Exodo. Ahora, ¿qué significa la expresión: “He aquí el Cordero de Dios”? La respuesta se halla en los clásicos. Al escudriñar en ellos, descubrimos en Exodo 12 que cada familia tenía que preparar un cordero. Además, Apocalipsis 21:3 dice: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres”. ¿Qué significa esto? De nuevo, es necesario regresar a los clásicos, pues en Exodo podemos ver cómo fue erigido el tabernáculo, qué clase de materiales se usaron y cuál era la situación en aquel tiempo. Para conocer todos estos asuntos, debemos regresar a los clásicos; por tanto, es menester que estudiemos los libros clásicos.
(
Significado del candelero de oro, El, capítulo 1, por Witness Lee)