Cómo disfrutar a Dios y cómo practicar el disfrute de Dios, por Witness Lee

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CRISTO ES NUESTRA VIDA AL LLEGAR A SER NUESTRO ALIMENTO

Lo que hemos dicho se aplica al alimento físico. Sin embargo, el Señor Jesús es el verdadero pan que descendió del cielo; Él es mucho más grande que nuestro alimento físico. Cuando Él entra en nosotros, no sólo se une a nosotros para llegar a ser parte de nosotros como nuestra constitución, alimento y suministro, sino que además llega a ser nuestra propia vida. El alimento físico puede proporcionarnos solamente cierta cantidad de suministro; nunca puede llegar a ser nuestra vida. Puede ser nuestro suministro, mas nunca puede ser nuestra vida. Sin embargo, el Señor como alimento para nosotros no sólo es nuestro alimento y suministro, sino que también es nuestra propia vida. Él mismo es la vida. En el universo únicamente Él es vida porque solamente Él es inmortal. Solamente Él puede ser considerado vida porque todo lo demás aparte de Él es mortal. Solamente el Señor es inmortal e inmutable. Cuando Él es digerido en nosotros para llegar a ser nuestra constitución, alimento y suministro, llega a ser nuestra vida, y nosotros podemos vivir por causa de Él.

Un organismo viviente se mueve y actúa porque tiene vida. Si pierde su vida, muere y se detienen todos sus movimientos y actividades. Toda especie de vida tiene cierta clase de vivir y hace determinadas cosas. Debido a que un pez posee la vida de un pez, nada. Debido a que un ave posee la vida de un ave, vuela. De igual manera, nosotros los cristianos necesitamos la vida de Cristo porque todas las actividades de un cristiano dependen de la vida de Cristo. La vida que poseemos por nuestro nacimiento es incapaz de llevar la vida cristiana.

Cuando una persona cree, es regenerada; es decir, Dios entra en ella como vida. Además de su vida humana, posee a Dios como vida. Nuestra vida humana es totalmente inútil en el reino de Dios. Los seres humanos jamás pueden llevar la vida que exige el reino de Dios. Así como un pez nunca puede volar en el aire ni llevar la vida de un ave, nuestra vida natural es totalmente inútil en el reino de Dios. Nuestra vida no puede satisfacer los requisitos de Dios, y es inútil en lo que se refiere a vivir la clase de vida que Dios desea que vivamos. Es por eso que necesitamos ser regenerados. Necesitamos recibir a Cristo en nosotros como vida.

Cristo entra en nosotros en forma de alimento a fin de ser nuestra vida. Él llega a ser nuestra vida al llegar a ser nuestro alimento. Cuando nosotros le comemos, bebemos, recibimos y digerimos, Él llega a ser nuestra constitución, alimento y suministro. Es así como Él llega a ser nuestra vida. Cuando comemos y bebemos a Cristo, Él llega a ser nuestra vida, y nosotros podemos llevar una vida cristiana genuina.

(Cómo disfrutar a Dios y cómo practicar el disfrute de Dios, capítulo 11, por Witness Lee)