Cómo disfrutar a Dios y cómo practicar el disfrute de Dios, por Witness Lee

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DEBEMOS ABANDONAR NUESTROS CONCEPTOS SIEMPRE QUE LEAMOS LA PALABRA

Cuando yo acudo a la Biblia, he aprendido a preguntarme si vengo con conceptos míos o si los estoy desechando. Ésta es una pregunta que reviste gran seriedad. Así que oro, diciendo: “Señor, quiero leer Tu palabra sin estorbos y recibir el verdadero significado en Tu Palabra. Deseo recibir la Palabra no adulterada sin estar bajo el velo de mis conceptos. No quiero que Tu palabra esté sujeta a mis opiniones y conceptos. Deseo colocarme bajo Tu Palabra y desechar mis conceptos y opiniones”.

Hermanos y hermanas, ésta es una lección difícil de aprender. Es fácil leer la Palabra, pero es difícil dejar nuestros conceptos. Permítanme repetirles una vez más: es difícil encontrar un hijo de Dios que reciba la Biblia como la Palabra de Dios pura y no adulterada. Todo hijo de Dios tiene una Biblia que de alguna manera ha sido adulterada con sus conceptos y opiniones. Por ello, cuando acude a la palabra, cubre la Biblia como con un velo y la limita. Introduce en la lectura sus propios sentimientos, conceptos, opiniones y puntos de vista. Como resultado, la Biblia es alterada, y se pierde el verdadero significado. Aunque él aún puede encontrar algunas cosas superficiales, no tiene posibilidad alguna de hallar los asuntos fundamentales y centrales de la Biblia.

(Cómo disfrutar a Dios y cómo practicar el disfrute de Dios, capítulo 17, por Witness Lee)