LA RELACIÓN ENTRE DIOS Y NOSOTROS
TIENE QUE VER CON EL HECHO
DE QUE LOS DOS ESPÍRITUS
LLEGUEN A SER UN SOLO ESPÍRITU
Cuando consideramos estos versículos que se encuentran en los seis capítulos de Efesios, podemos ver un cuadro muy claro. El capítulo 1 dice que recibimos revelación en el espíritu; el capítulo 2 dice que somos la morada de Dios en el espíritu; el capítulo 3 dice que somos fortalecidos en nuestro espíritu para que Cristo haga Su hogar en nuestros corazones; el capítulo 4 dice que nuestra mente es renovada en el espíritu a fin de seamos transformados; el capítulo 5 dice que somos llenos de Dios en el espíritu; y el capítulo 6 dice que oramos en el espíritu. Todo esto tiene que ver con el espíritu, con el hecho de disfrutar al Dios Triuno. Por lo tanto, para experimentar al Dios Triuno y disfrutar de la plenitud de Dios, debemos estar en el espíritu.
Hoy en día, no sólo las doctrinas del cristianismo son demasiado objetivas, o sea, no producen efecto alguno en el espíritu de las personas, sino que aun entre nosotros gran parte de lo que hablamos es doctrinas objetivas que no pueden tocar el espíritu de las personas. Toda doctrina que no afecta nuestro espíritu es semejante a las teorías de los moralistas y filósofos. Las enseñanzas de los filósofos, moralistas y religiosos no tienen espíritu, ni hablan acerca del espíritu, por lo cual no conmueven a las personas en lo más profundo. Es por ello que la gente no necesita orar después de escuchar y ver algo en dichas enseñanzas. Sin embargo, en el recobro del Señor, lo que divulguemos y hablemos debe afectar el espíritu de las personas. Por lo tanto, después de que usted vea y escuche algo, tiene que orar con su espíritu. Si no ora ni digiere con su espíritu, lo que usted ha visto o escuchado es apenas una doctrina o teoría objetiva. Una vez que usted ora con su espíritu, la doctrina objetiva se convierte en un suministro subjetivo. Asimismo, cuando usted lea la Palabra, debe hacerlo con oración. Ore-lea la Palabra en lugar de simplemente leerla. Al leer, use sus ojos para ver y su mente para entender. Sin embargo, en oración, use su espíritu para recibir y digerir lo que ha entendido a fin de convertirlo en un suministro subjetivo en el espíritu. De esta manera, la Palabra de Dios llega a ser el pan de vida que nos imparte un suministro en nuestro espíritu.
Espero que podamos ver claramente este asunto de los dos espíritus que llegan a ser un solo espíritu. El Dios Triuno en Su consumación ha llegado a ser el Espíritu, y nosotros tenemos en nuestro interior un espíritu humano que fue creado por Dios. Hoy en día, este espíritu es el espíritu regenerado en el cual mora el Espíritu de Dios. Por esta razón, en 1 Corintios 6:17 se nos dice: “El que se une al Señor, es un solo espíritu con Él”. Esto indica que al creer nosotros en el Señor y al tener una unión orgánica con Él, Él ha entrado en nosotros para ser nuestra vida. Sin embargo, esto aún puede ser una enseñanza objetiva para nosotros; en términos de la experiencia, nuestra unión con el Señor en resurrección solamente puede ocurrir en nuestro espíritu. Por medio de la resurrección, el Señor llegó a ser el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45) y Él está ahora con nuestro espíritu (2 Ti. 4:22). Por lo tanto, para experimentar esta unión con el Señor, debemos experimentar el ser un solo espíritu con Él.
(Cuatro elementos cruciales de la Biblia: Cristo, el Espíritu, la vida y la iglesia, Los, capítulo 7, por Witness Lee)