Economía divina, La, por Witness Lee

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UNA FIGURA DE LA MUERTE, LA RESURRECCION Y LA REPRODUCCION DE CRISTO

Cuando el Señor Jesús les dijo a Sus discípulos que iba a morir, ellos se turbaron y se decepcionaron. Ellos pensaban que si el Señor sufriese y moriese todo se acabaría. Pero cada vez que el Señor les habló de Su muerte, también les habló de Su resurrección. Por lo menos tres veces el Señor Jesús les dijo lo mismo (Mt. 16:21; 17:22-23; 20:18-19). Ellos solamente captaron la idea de Su muerte, pero no la de Su resurrección. Finalmente, el Señor les dijo que El era un grano de trigo (Jn. 12:24).

Por lo general, la gente no tiene el concepto de resurrección, pero en la creación de Dios podemos ver en operación el principio de resurrección. Cuando un grano de trigo es sembrado en la tierra, muere allí. Pero esa muerte no es el final. Esa muerte lleva a algo más, a resurrección. Si uno entierra una piedrecita, no crecerá. Pero si uno siembra un grano de trigo en la tierra, morirá y crecerá, y ese crecimiento es la resurrección. Cuando crece, produce y genera muchos granos, y esos granos son la liberación, la reproducción, la multiplicación y el aumento de ese único grano. Tal vez consideremos el asunto de que un grano de trigo que caiga en tierra y muera, es algo común, pero el principio que se ve aquí, no es común. El Señor Jesús usó esto como figura de Su muerte, de Su resurrección y de Su reproducción. Esta reproducción es el dispensar de la vida divina. La reproducción del grano de trigo es dispensar en muchos granos la vida de ese único grano.

(Economía divina, La, capítulo 8, por Witness Lee)