CINCO ASUNTOS MÁS UNO
RELACIONADOS CON LA OBRA ESPIRITUAL
La vez pasada hicimos un arreglo completamente nuevo en la iglesia en Taipéi. Por un lado, en el aspecto administrativo, dispusimos que hubiera más de cuarenta ancianos que tomaran la delantera en los diferentes salones de reunión. Por otro, en cuanto a la obra espiritual, hubo cinco asuntos más uno. La carga de los cinco asuntos la deben compartir los cinco colaboradores de tiempo completo; no obstante, hay un asunto más, el cual es la carga que los hermanos y hermanas de cada salón de reuniones deberán compartir. Los colaboradores deben tomar la delantera para llevar a cabo los cinco asuntos relacionados con la obra espiritual. El primero de ellos es la obra del evangelio en las universidades, el segundo consiste en las reuniones de hogar, el tercero es la predicación del evangelio en los hogares, el cuarto es la predicación del evangelio a todos los niveles de la sociedad y el quinto es la obra con los niños. Además de éstos, hay otro asunto, que es la visitación y el pastoreo. Esta tarea está reservada para cada salón de reunión y la deben llevar a cabo todos los hermanos y hermanas que están bajo el liderazgo de los ancianos. Éstos son los seis asuntos relacionados con la obra espiritual. En palabras sencillas, si la iglesia ha de ser edificada y avanzar, si ha de crecer espiritualmente, conocer la verdad y llevar fruto en el evangelio, se requieren el liderazgo de los ancianos en el aspecto administrativo así como los seis asuntos de la obra espiritual en el aspecto espiritual: la obra evangélica en las universidades, las reuniones de hogar, la predicación del evangelio en los hogares, la predicación del evangelio a todos los niveles de la sociedad, la obra con los niños, más la visitación y pastoreo en cada salón de reuniones.
Una persona viviente
que sube una cuesta muy empinada
La vez pasada apenas logré empezar las cosas porque tuve que regresar rápidamente a los Estados Unidos. En verdad sentía la carga de haber avanzado más, y es por eso que esta noche retomaremos donde nos quedamos la vez pasada y seguiremos avanzando. Hablemos primeramente acerca de las reuniones de hogar. Aunque suena fácil el hecho de tener reuniones de hogar, desde el primer día que empezamos supe que nos sería más difícil tener éxito en este asunto que en cualquier otro. Ciertamente es difícil escalar una montaña, pero es muy fácil rodar cuesta abajo. Aun estando muerto usted puede rodar cuesta abajo. Ahora, la pregunta que quiero plantearle es ésta: ¿somos cadáveres o personas vivientes? Si usted es una persona viviente, no debe rodar sino escalar. No piense que la obra en los Estados Unidos es fácil. Para mí esa montaña es más empinada que la de Taiwán. Se hizo tan difícil que no tuvimos más alternativa que entablar una demanda, es decir, tuvimos que “apelar a Cesar”. Pero alabado sea el Señor, pues ya nos falta poco para llegar a la cumbre de esa montaña. Por lo tanto, la montaña en Taiwán no es tan empinada. No se sienta desanimado con mis palabras. Cuando le digo que esto va a ser una tarea difícil es más bien a modo de consejo. No considere esto una tarea fácil. De entre los seis asuntos mencionados el más fácil es ir a los recintos universitarios. En las universidades, uno no sólo corre en una llanura, sino que incluso desciende por una leve pendiente. Es muy fácil “conducir el auto” allí. Una vez que uno empieza a manejar allí, no hay duda alguna de que llegará a su destino. Los que laboran en la universidad no deben decir que han logrado algo, pues esa clase de logro lo puede obtener cualquiera.
Juan quería que las personas
se arrepintieran y cambiaran sus conceptos
¿En qué radica la dificultad de las reuniones de hogar? A fin de tener buenas reuniones de hogar, los conceptos de todos los hermanos y hermanas deben cambiar. Arrepentirse, dar un giro, fue la palabra que predicó Juan el Bautista al comienzo del Nuevo Testamento. Arrepentirse es experimentar un cambio en nuestra manera de pensar, un cambio en nuestros conceptos.
El primero que fue enviado durante la era del Nuevo Testamento fue Juan el Bautista. La primera palabra que salió de su boca fue: “Arrepentíos” (Mt. 3:2). Con esto estaba diciendo: “Todos vuestros viejos conceptos judíos tienen que cambiar. Vosotros veis que mi Padre, Zacarías, es el sacerdote principal que toma la delantera en el servicio a Dios ofreciendo sacrificios, quemando el incienso, llevando las vestiduras sacerdotales y comiendo la comida sacerdotal. A pesar de que yo soy su hijo, tengo puesto un vestido de pelo de camello y mi comida es langostas y miel silvestre. Yo abandoné el templo, y de ninguna manera ofrecería sacrificios ni quemaría incienso. Yo estoy aquí para hacer que cambien vuestros conceptos. ¡Desechad las cosas viejas!”. Jesucristo trajo un nuevo comienzo.
Hoy en día no podemos negar que la iglesia en Taipéi, con sus treinta y seis años de historia, también ha envejecido. No sólo Taipéi, sino también toda la isla de Taiwán y todo el recobro del Señor han envejecido. El recobro del Señor empezó en 1922. La primera iglesia fue establecida en Fuzhou hace sesenta y tres años. Pero ahora hemos envejecido. Nosotros tuvimos que luchar y contender ardientemente alrededor del año de 1930, porque no era nada fácil llevar a cabo el recobro del Señor en China. En aquel tiempo surgió un recobro completamente nuevo. Luego el recobro fue a Taiwán; pero gradualmente la situación entre nosotros cayó en vejez.
(
Acerca de las reuniones en casa, capítulo 1, por Witness Lee)