Acerca de las reuniones en casa, por Witness Lee

EL SUMINISTRO BÁSICO EN LAS REUNIONES PROVIENE DE LA PALABRA DE DIOS Y DEL ESPÍRITU DE DIOS

El suministro básico en una reunión proviene de la Palabra de Dios; la vitalidad, motivación o poder básico en una reunión proviene del Espíritu Santo. El Señor nos ha dado dos grandes dones: uno es Su Palabra divina, que es la Biblia; y el otro es el Espíritu Santo, quien es la fuente de nuestra motivación, vitalidad y poder. Independientemente de que se trate de una reunión grande o una reunión pequeña, a fin de que ésta sea rica y fuerte se necesitan la palabra del Señor y el Espíritu. Algunos creen que si uno tiene al Espíritu Santo, tiene la palabra del Señor. En realidad, prestar atención sólo al Espíritu y no a la Palabra del Señor resulta en pobreza. La Biblia dice que la palabra está relacionada con el Espíritu (Ef. 6:17; Jn. 6:63). Durante todos estos años, nosotros en el recobro del Señor hemos sido muy bendecidos por el Señor debido a la palabra del Señor y a la verdad del Señor.

En las reuniones de hogar debemos promover la Palabra del Señor. A fin de fortalecer y enriquecer nuestras reuniones, debemos aprender a usar los mensajes del Estudio-vida. Los mensajes del Estudio-vida pueden ayudarnos en nuestro estudio de la Biblia al igual que una buena máquina nos puede ayudar a realizar algo. El Estudio-vida está en sus manos; lo que necesitan es aprender a usarlo. Espero que en dos reuniones una reunión de hogar pueda abarcar un mensaje del estudio-vida. Cuando ustedes asistan a la reunión de hogar, no deben dividir el mensaje de manera rígida, es decir, si el mensaje consta de ocho páginas, leen cuatro páginas esta vez y dejan cuatro páginas para leer la próxima vez, como si fueran doctores matasanos realizando una operación. En vez de ello, deben tener en cuenta las secciones. La primera vez que lean un libro nuevo, deben estudiar su contexto, y la segunda vez deben estudiar su tema. Si queremos estudiar bien los mensajes del Estudio-vida en las reuniones de hogar, cuando lleguemos a los puntos de la verdad contenidos en los mensajes, debemos hablar acerca de ellos apropiadamente, recalcando los puntos importantes y dedicándoles un poco más de tiempo. De esta manera, el mensaje podrá ser estudiado completamente.

Mejor aún sería si antes de la reunión de hogar, cada hermano y hermana leyera el mensaje una vez, y que pudiera digerirlo y prepararlo un poco de antemano. Durante la reunión, los hermanos que forman parte del núcleo del grupo, quienes son más fuertes en conocimiento, más ricos en vida y saben expresarse con mayor facilidad, deben asumir la responsabilidad de explicar los nuevos términos para el beneficio de todos. Cuando lleguen a los puntos cruciales, espontáneamente podrían orar-leerlos. En ese momento, si algunos se sintieran conmovidos, podrían ofrecer oraciones. O quizás algunos, después de escuchar las palabras del mensaje, pueden recordar sus experiencias pasadas y ofrecer alguna comunión. O incluso otros, después de comer y sentirse satisfechos, podrían sentir gracia en sus corazones y acordarse de un cántico, y todos pueden empezar a cantarlo juntos. Si no hay un cántico ni hay inspiración, no escojan a la ligera un himno para cantarlo. Esto es como meterle a alguien en la boca una dentadura postiza.

(Acerca de las reuniones en casa, capítulo 5, por Witness Lee)