UNA CANCHA DONDE TODOS PUEDEN PRACTICAR
No estamos deshaciéndonos de las reuniones grandes. Las reuniones grandes en el templo y las reuniones pequeñas de casa en casa son igual de importantes. Cuando recién empecé las reuniones de hogar, les mencioné que en un local de reunión estaban reuniéndose trescientas personas. Eso es como poner trescientos jugadores en una sola cancha, por lo cual la mayoría de ellos no puede participar en el juego. Ahora las reuniones de hogar han empezado, y ahora los que se reunían en un solo lugar han sido distribuidos en más de veinte lugares. Si cada cancha tiene de ocho a diez jugadores, todos a la vez pueden jugar en el partido. A la larga, la práctica de reunirse todos en una sola cancha a jugar hace que todos pierdan su utilidad. En este momento hay veinte canchas; incluso los que no saben jugar tendrán una cancha donde practicar. Todos necesitan practicar el juego. La práctica es lo que hace al maestro.
(Acerca de las reuniones en casa, capítulo 3, por Witness Lee)