CRISTO, EL UNICO CENTRO
En 1:1-9 Pablo deja muy claro que Cristo es el único centro en la economía de Dios. Dios desea que Su Hijo Cristo sea el centro de Su economía y el todo para los creyentes. De ahí que Pablo dice en el versículo 9 que fuimos llamados a la comunión del Hijo, Jesucristo nuestro Señor, y en el versículo 2, que Cristo es de ellos y nuestro. La intención de Dios es que Cristo sea el todo en Su economía, darnoslo como porción y forjarlo en nosotros.
En el versículo 10 Pablo comienza a enfrentar la división que existía entre los corintios, y basa su exhortación en el nombre de nuestro Señor. El nombre del Señor está sobre todo nombre (Fil. 2:9) y debe ser el único nombre que exaltan los creyentes. Sin embargo, los facciosos corintios ubicaron los nombres de Pablo, Apolos y Cefas en el mismo rango que el de Cristo, y repitieron así el error que cometió Pedro en el monte de la transfiguración, cuando clasificó a Moisés y a Elías en el mismo nivel que a Cristo (Mt. 17:1-8). Si queremos guardar la unidad en el Señor y evitar la división tenemos que elevar y exaltar el supremo nombre de nuestro Señor y renunciar a todos los demás nombres.
Cuando los corintios creyeron en Cristo, ellos no recibieron nada de parte de Pablo, de Apolos ni de ningún otro siervo de Dios. Sin duda Pablo y Apolos ayudaron mucho a los creyentes de Corinto, pero al que éstos recibieron fue a Cristo. En 1:13 Pablo les pregunta: “¿Acaso fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” Por supuesto Pablo no fue crucificado por ellos, ni ellos fueron bautizados en el nombre de Pablo. El que fue crucificado por los creyentes fue Cristo, y el nombre en que fueron bautizados fue el nombre de Cristo. Pablo parecía decirles: “Usted realmente no han recibido nada de parte de Pablo, de Apolos ni de Cefas. Tampoco deberían limitarse a un Cristo estrecho. Deben dar toda su atención al Cristo que no es solamente de ustedes y nuestro, sino que también pertenece a todos los creyentes. Cristo es de ellos y nuestro, pues El es la porción de los santos en todo lugar. Dios nos dio a Cristo, y nos llamó a Su comunión”.
(Estudio-vida de 1 Corintios, capítulo 4, por Witness Lee)