UN CUADRO DEL HOMBRE Y DIOS
En principio, tanto las cosas del hombre como las de Dios mencionadas en 1 Corintios 2:11 deben referirse a los temas que Pablo trató en los primeros dos capítulos. Esta es la manera de entender no sólo la Biblia, sino también cualquier clase de escritos. Suponga que su padre le escribe una carta extensa en la que le habla de muchas cosas y al llegar a cierto punto, le dice: “Si no tienes el debido conocimiento no podrás entender estas cosas”. La frase “estas cosas” seguramente debe referirse a todos los temas previamente mencionados en la carta. De igual manera, las cosas del hombre en 2:11 tienen que referirse a lo que Pablo dijo en cuanto al hombre en los versículos anteriores. Lo mismo aplica a las cosas de Dios. Por medio de esto vemos que 1 Corintios 1 y 2 presenta una revelación, una clara visión, del hombre y de Dios. En estos capítulos vemos un cuadro de ambos.
Estos dos capítulos presentan simultáneamente un cuadro de Dios y del hombre. En 1 Corintios 1 y 2 vemos dos aspectos de una visión, una visión de las cosas de Dios y de las cosas del hombre. ¿Ha tenido usted esta visión? ¿Ha visto que en el cuadro que Pablo presenta del hombre tenemos también un cuadro de Dios? ¿Ha visto que al observar las cosas del hombre en estos capítulos, vemos también las cosas de Dios? ¡Qué maravillosa revelación está contenida allí!
Hicimos notar que, en principio, tanto las cosas del hombre como las de Dios en 2:11 se refieren a lo que Pablo ya escribió en esta epístola acerca del hombre y de Dios. Así que, si queremos conocer las cosas del hombre y las cosas de Dios, debemos examinar lo que Pablo abarcó en estos capítulos.
(Estudio-vida de 1 Corintios, capítulo 19, por Witness Lee)