EL HIJO ESTÁ EN EL PADRE
Y EL PADRE ESTÁ EN EL HIJO
En el versículo 10 el Señor añadió: “¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre está en Mí?”. En los pasados mil ochocientos años, esta verdad ha sido gradualmente descuidada. Sin embargo, los teólogos de los primeros siglos consideraban este asunto muy importante. Ellos incluso crearon el término coinherencia, que significa que usted está en mí, y yo estoy en usted, y estamos el uno en el otro en mutualidad. En la teología actual del cristianismo, muchos enseñan la doctrina de la Trinidad, y algunos defienden el uso del término coexistencia, pero no muchos tienen el denuedo de usar el término coinherencia. Sin embargo, en la teología cristiana de los primeros días se usaban ambas expresiones, coexistencia y coinherencia. Éste es un asunto de gran trascendencia: el Hijo está en el Padre, el Padre está en el Hijo, y el Hijo y el Padre son uno solo. Es por ello que el Señor le preguntó a Felipe cómo era que él había visto al Hijo, pero no había visto al Padre.
(Economía de Dios y el misterio de la transmisión de la Trinidad Divina, La, capítulo 4, por Witness Lee)