LA IMPARTICIÓN DEL DIOS TRIUNO
EN CONTRASTE CON EL CULTIVO DE LA RELIGIÓN
La impartición del Dios Triuno es el requisito básico para las experiencias espirituales. No podemos separarnos de esta impartición ni siquiera por un solo día. Cada vez que nos alejamos de la impartición del Dios Triuno, nuestras experiencias espirituales son vacías y carecen de valor. Tenemos que saber que no sólo el confucionismo chino tiene lo que ellos llaman el cultivo de la moral, sino que también otras religiones del mundo como el hinduismo y el budismo tienen también su propia forma de cultivar la moral. En la religión, la mortificación corporal es una práctica común, y el cultivo de la moral también se considera necesario. Por esta razón, si un cristiano busca la así llamada espiritualidad aparte de la impartición del Dios Triuno, su búsqueda es una especie de cultivo religioso.
No importa si se trata del budismo, del hinduismo o del confucionismo, el principio de buscar la perfección en cuestiones éticas es el mismo: el ejercicio del dominio propio. Por el lado positivo, consiste en controlar las emociones de uno mismo y no obrar según los dictados de nuestro corazón. Por el lado negativo, consiste en reprimir las concupiscencias de uno mismo y no entregarse a cosas pecaminosas. Wang Yang-ming fue el más reconocido entre los cultivadores de la moral en las diferentes escuelas de pensamiento de China. En la Iglesia Católica, los más conocidos eran los místicos, incluyendo a la señora Guyón, a Fenelon, al hermano Lawrence y a Tomas Kempis, quienes fueron levantados hace trescientos años y quienes tenían su forma de cultivar la moral. Entre este grupo de personas, la señora Guyón fue la más espiritual; sin embargo, si usted lee su autobiografía, encontrará que ella tenía una voluntad muy fuerte, en la cual había una buena medida de su propio elemento natural.
(Economía de Dios y el misterio de la transmisión de la Trinidad Divina, La, capítulo 9, por Witness Lee)