Gran misterio: Cristo y la iglesia, El, por Witness Lee

JUAN HACE UNA OBRA REMENDADORA

Durante el tiempo de Pablo, las iglesias fueron introducidas en el propósito de la salvación de Dios. Pero esta maravillosa condición fue pasajera y muy pronto fue dañada (2 Ti. 1:15; 4:10, 16). Para el tiempo del martirio de Pablo, alrededor del año 67 d. C., las iglesias decayeron y se degradaron. Un cuarto de siglo después, la visión de Pablo casi había desaparecido. Fue entonces que Juan comenzó a hacer una obra remendadora.

El Evangelio de Juan, sus Epístolas y Apocalipsis fueron escritos por Juan alrededor del año 90 d. C. La revelación divina fue completada mediante el ministerio de Pablo, pero fue dañada debido a la degradación de la iglesia. Después de un cuarto de siglo, Dios usó a Juan para que hiciera una obra remendadora. Como resultado, algunos aspectos de la revelación divina se volvieron incluso más sólidos que antes. En Apocalipsis Juan revela que el Espíritu es ahora los siete Espíritus, el Espíritu siete veces intensificado (1:4; 3:1; 4:5; 5:6). Juan también revela que las iglesias locales son candeleros de oro (1:12, 20). Esta revelación indica una intensificación. Tenemos que ver que no solamente nos hallamos en la visión completa que Pablo recibió, sino también en la visión remendadora que Juan recibió. La visión de Juan no sólo corresponde a la visión de Pablo; es incluso más poderosa que la visión de Pablo.

(Gran misterio: Cristo y la iglesia, El, capítulo 15, por Witness Lee)