Gran misterio: Cristo y la iglesia, El, por Witness Lee

LA REVELACIÓN HALLADA EN LA SUPERFICIE DE LA BIBLIA

La Biblia claramente dice que Dios es la fuente de todas las cosas. En el principio Dios creó los cielos, la tierra y al hombre. Los cielos, la tierra y el hombre son las cosas más importantes de la creación. Los cielos fueron hechos para la tierra y la tierra fue hecha para el hombre. Dios creó un universo hermoso. Sin embargo, en el universo hay un rebelde, que es Satanás, el diablo. Satanás se rebeló contra Dios y sedujo al hombre a pecar contra Dios. Como resultado, el hombre, a quien Dios había creado bueno, cayó y fue dañado y corrompido al grado de que quedó sumido en maldad y oscuridad. Sin embargo, Dios no abandonó al hombre. Puesto que ama al hombre y se complace en él, Dios tenía un plan para salvarlo. No obstante, antes de salvar al hombre, Dios dio la ley. La ley fue escrita conforme a Dios con el fin de exponer la condición caída del hombre. Es mediante la ley que el hombre conoce su pecado y se conoce a sí mismo, dando por resultado que el hombre se somete a las compasiones de Dios para buscar la salvación efectuada por Dios.

En el tiempo señalado, que ocurrió cerca de cuatro mil años después que el hombre fue creado, Dios envió a Su Hijo unigénito para que se hiciera un hombre llamado Jesús. Él vivió en la tierra por treinta y tres años y medio, y probó los sufrimientos y las dificultades de la vida humana. Después de ese tiempo, Él cargó con los pecados del mundo y fue juzgado por Dios en la cruz, donde derramó Su sangre preciosa para redimir al hombre. En la cruz Él también destruyó al diablo. Después que murió en la cruz, fue sepultado y al tercer día resucitó de los muertos. El hecho de que resucitó de los muertos comprueba que Él es el Señor de la resurrección. Él permaneció en la tierra durante cuarenta días con el fin de estar entre los discípulos, después de lo cual ascendió. Diez días después de esto, el Espíritu Santo fue derramado, y Sus discípulos salieron a predicar el evangelio por todas partes, conduciendo así a muchos pecadores al arrepentimiento y salvación. Debido a que la salvación había sido completada y el Espíritu Santo había descendido, todo pecador podía escuchar el evangelio y ser conmovido a arrepentirse, creer y recibir la salvación. Cuando los pecadores creen en el Señor Jesús e invocan Su nombre, de inmediato reciben el perdón de sus pecados, y son justificados y regenerados por Dios. Estos creyentes permanecen en la tierra para ser la iglesia a fin de hacer la voluntad de Dios revelada en la Biblia, lo cual complace y glorifica a Dios.

Un día el Señor ascendido arrebatará a los creyentes vencedores al cielo. Entonces Él regresará con ellos a la tierra para juzgar el mundo, poner fin a toda la corrupción que hay en el mundo y establecer Su reino —el reino milenario— por mil años. Después que transcurran los mil años del reino milenario, Dios destruirá a Satanás, la vieja creación pasará y serán introducidos el cielo nuevo y la tierra nueva. En el cielo nuevo y la tierra nueva Dios estará con Sus redimidos por siempre, y el hombre disfrutará de la bendición eterna. Ésta es la revelación hallada en la superficie de los sesenta y seis libros de la Biblia. Esto es lo que cree todo creyente en Cristo. Esto es también lo que han predicado todos los mensajeros del evangelio por los pasados dos mil años.

La revelación hallada en la superficie de la Biblia es enseñada en los seminarios y es predicada por la mayor parte de los predicadores. Toda enseñanza que circula entre los cristianos está incluida en esta revelación. De manera que, la mayor parte de los cristianos cree que esto es todo lo que la Biblia revela. Sin embargo, esto es únicamente la superficie inherente al contenido de la Biblia. No es el profundo misterio encerrado en la Biblia.

(Gran misterio: Cristo y la iglesia, El, capítulo 1, por Witness Lee)