Vivir necesario para la edificación de las reuniones de grupos pequeños, El, por Witness Lee

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LA VIDA CRISTIANA SIENDO UNA VIDA DE HABLAR LA PALABRA DEL SEÑOR

No es fácil hablar la palabra del Señor. Esto es porque no tenemos este concepto o práctica en nuestra vida diaria. Hablar la palabra del Señor es emitir algo concerniente al misterio de Dios, a la voluntad de Dios, algo respecto a Sus riquezas y Su verdad, y especialmente algo tocante a Cristo. Es muy fácil que hablemos palabras comunes, pero hablar palabras espirituales, palabras que hablen de Cristo y emitan Cristo, esto requiere práctica especial.

El título de este mensaje es: “Practicando el hablar la Palabra del Señor”. Hablar la Palabra del Señor no significa que recitan las palabras de la Biblia versículo a versículo. Tampoco significa que ustedes citan algunas escrituras para apoyar lo que están hablando. En lugar de eso, significa que cuando ustedes tienen alguna experiencia del Señor y algún entendimiento de Dios, que cuentan a otros su experiencia y entendimiento con palabras bíblicas y expresiones espirituales (1 Co. 2:13). Cuando hablan, no deben hablar como si estuviesen escribiendo una composición formal; más bien, deben hablar de una manera común. Esta clase de hablar no es fácil, pero esta clase de hablar es el hablar por medio de la palabra del Señor.

Una vida cristiana adecuada que alcanza la norma es una vida de hablar la palabra del Señor. En otras palabras, si somos cristianos desde hace muchos años, pero todavía no podemos hablar la palabra del Señor hoy día, no somos adecuados y no estamos calificados. Después de muchos años de observación, he encontrado que esto es un hecho.

Hay muchos tipos de cristianos hoy día. Primero, hay pastores, evangelistas y predicadores. Hablando de una manera simple, la predicación es su profesión. La mayoría de ellos pueden subir a la plataforma y dar un sermón. Pero muchos de ellos no pueden hablar la palabra del Señor en su vida diaria. Esto es semejante a algunos eruditos chinos en el pasado. Puede ser que calificaran primero en los exámenes nacionales, pero es posible que no pudiesen escribir una carta a su familia. Cuando se les pedía componer un escrito clásico, estos doctos podían hacerlo fácilmente; pero cuando se les pedía escribir una carta a su familia, muchos de ellos no podían hacerlo. Hoy día muchos pastores y predicadores pueden predicar en la plataforma, pero cuando hablan con la gente en su vida diaria, no pueden hablar la palabra del Señor. La razón principal es que les falta la experiencia. Les falta el entendimiento de Dios y la experiencia del Señor.

Otra razón de esta incapacidad es la falta de oración. Cuánto pueda hablar un hombre por el Señor depende de cuánta experiencia tiene. Pero aun si tiene la experiencia, si no hay oración, su experiencia no puede convertirse en el hablar. Es por oración que su experiencia se convierte en palabras. Pero aun si un hombre tiene la experiencia y también ha orado, todavía necesita digerir la palabra del Señor y tener la palabra del Señor constituida dentro de él. Solamente entonces puede hablar la palabra del Señor en su vida diaria.

(Vivir necesario para la edificación de las reuniones de grupos pequeños, El, capítulo 7, por Witness Lee)