TODOS HABLANDO EN LA REUNION
En 1 Corintios 14:26 dice: “Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación; hágase todo para edificación” (lit.). Los salmos son para cantar y las enseñanzas son para hablar. La forma apropiada de reunirse no es a la manera del cristianismo donde uno habla y todos escuchan. Es de la manera en la cual todos los santos hablan. Cada uno tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación, tiene lengua y aun tiene interpretación. Cada uno de estos cinco asuntos implican el hablar. Uno habla con las palabras de salmos, es decir, con palabras de alabanzas a Dios.
Aunque yo estoy hablando aquí esta noche, no estoy satisfecho. Espero mucho que cada uno de ustedes sentados aquí compitan por hablar. Además, espero que éstas no sean pláticas largas, sino que sean a la manera de que yo hable unas pocas frases, que ustedes hablen unas pocas frases y que cada uno se ponga de pie y hable unas pocas frases. Algunos pueden ponerse de pie para cantar un himno; otro puede ponerse de pie para leer un cántico. Si éste es el caso, nuestra reunión se volverá viviente y disfrutable, y ustedes verán las riquezas de Cristo exhibidas aquí. Espero que cada uno de nosotros vea esto.
En 1 Corintios 12:7-8 dice: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu”. Primero tenemos la palabra de sabiduría, luego tenemos la palabra de conocimiento. Aquí vemos que en una reunión debe haber no solamente un orador. Más bien, todos los hermanos y hermanas deben hablar. El Espíritu ya está operando en nosotros; no podemos decir que no tenemos nada. A cada uno de nosotros es dada la manifestación del Espíritu, y todos nosotros tenemos una palabra de sabiduría y una palabra de conocimiento para que la hablemos.
(Vivir necesario para la edificación de las reuniones de grupos pequeños, El, capítulo 4, por Witness Lee)