Testimonio de Jesús, El, por Witness Lee

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CONOCER LA ERA EN QUE VIVIMOS Y LA REVELACIÓN PRESENTE DE DIOS

Todos necesitamos conocer en qué era vivimos, cuál es la revelación presente dada por Dios, dónde debemos estar, qué debemos hacer y en que corriente debemos entrar. No queda mucho tiempo, y se acerca el día de la segunda venida del Señor. No debemos ser embotados por las cosas religiosas. Tenemos que despertar para ver dónde debemos estar y qué debemos hacer. Esto es algo muy serio. El Señor Jesús comparó esta era con la de Noé, al decir: “Como fueron los días de Noé, así será la venida del Hijo de Hombre. Pues así como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento [...] hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos” (Mt. 24:37-39). No debemos estar confusos, embotados ni aturdidos ante nuestra situación presente. Necesitamos ver lo que es esta era, dónde debemos estar y el camino que debemos seguir.

El mundo incrédulo se halla bajo la condenación de Dios

Apocalipsis nos presenta una clara visión de la era presente con su corriente y tendencias prevalecientes. Si le dedicamos tiempo a este libro con mucha oración, el Señor nos mostrará que la era presente, en lo que se refiere a los incrédulos, está llena de maldad y corrupción. Veremos que en toda la tierra, dicha era está saturada de maldades, tales como la fornicación, el adulterio, la sodomía, las discotecas, los robos y las violencias. No hay esperanza alguna para esta era. Dios no piensa en sanarla, más bien, la ha abandonado. El mundo incrédulo se halla ahora bajo la condenación y el juicio de Dios.

El judaísmo es la “sinagoga de Satanás”

Además, actualmente en la tierra existen tres religiones típicas. No incluyo el confucianismo, ya que se compone solamente de enseñanzas morales, y no es una religión. Tampoco incluyo el islam porque es una imitación, algo falsificado. El libro sagrado islámico, el Corán, es simplemente una falsa imitación del Antiguo Testamento más algo del Nuevo Testamento. En el Corán se hace mención incluso de Jesús, a quien llama “Isa”. Según este libro, Isa no fue más que un gran siervo de Dios que no fue ni crucificado ni resucitado, ya que cuando lo iban a crucificar, Dios mismo se lo llevó al cielo. Luego, Isa regresaría un día y seguiría llevando una existencia humana. ¡Esto no es más que falsedad! Las típicas y verdaderas religiones son el judaísmo (la religión de los judíos), el catolicismo (el catolicismo romano) y el protestantismo. ¿Amamos y apreciamos estos tres “ismos”? Claro que no, nosotros simplemente amamos a Jesús.

Fue en el judaísmo que Jesús vino al mundo. Sin embargo, al dirigirse a las iglesias, el Señor nos habla de la “sinagoga de Satanás” (2:9; 3:9). Las sinagogas son lugares de adoración de los judíos, pero estas sinagogas se convirtieron en la sinagoga de Satanás. A los ojos de Dios, todas las sinagogas de los judíos son sinagogas de Satanás. Si bien los judíos enseñan a la gente a adorar a Dios, hoy en día Dios no está en las sinagogas judías; al contrario, allí está Satanás. Esta observación no es del punto de vista del hombre, sino de Dios. Tenemos que percatarnos de que Dios es franco, sincero, Él nunca finge. Satanás, al contrario, es siempre sutil y nunca es honesto. La primera vez que Satanás vino al hombre, se le presentó como una pequeña serpiente. Adán y Eva no se dieron cuenta de que esta serpiente era Satanás. Él siempre viene a nosotros pretendiendo ser algo mejor de lo que verdaderamente es. Satanás es maligno y horrible, pero se presenta de forma agradable. Ésta es la manera como obra Satanás. Un día se acercó al Señor Jesús de esta manera tan sutil. En Mateo 16:16, Pedro reconoció que el Señor Jesús era el Hijo de Dios, y el Señor Jesús lo alabó por ello. Sin embargo, inmediatamente después, el mismo Pedro que recibió una revelación del Padre, se hizo uno con Satanás (vs. 21-23). Satanás vino a través de Pedro con la intención de frustrar al Señor Jesús. Si el Señor Jesús no hubiera tenido esa percepción, le habrían engañado. Por supuesto, Él sí tuvo la percepción, así que reprendió a Pedro, diciéndole: “¡Quítate de delante de Mí, Satanás!”. El Señor Jesús vio a través de Pedro. Aparentemente era Pedro, pero en realidad era Satanás. De la misma manera, a primera vista las sinagogas de la religión judía sirven para adorar a Dios, pero en realidad allí está Satanás. Tales sinagogas son la “sinagoga de Satanás”.

(Testimonio de Jesús, El, capítulo 3, por Witness Lee)