Testimonio de Jesús, El, por Witness Lee

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LA IGLESIA ES LA LABRANZA DE DIOS QUE PRODUCE LAS PRIMICIAS Y LA COSECHA

La iglesia es también una labranza donde se cultiva a Cristo (1 Co. 3:9). Estuve muchos años en el cristianismo, pero jamás experimenté crecimiento allí porque no tenía vida. Uno puede sentarse en los bancos de cualquier denominación por años, pero año tras año permanecerá igual. Sin embargo, si asistimos a las reuniones de la iglesia por solamente unas cuantas semanas, algo comenzará a crecer y a brotar de nuestro ser. Si todos nosotros estuviésemos aquí conforme a la condición que teníamos en el pasado, estaríamos en un salón lleno de langostas, escorpiones, ranas, serpientes y bestias. Sin embargo, muchos de los que están hoy aquí son personas radiantes y resplandecientes. La vida que poseemos en nosotros hace que seamos así. Hay algo en nuestro ser que crece porque la iglesia es la tierra cultivada de Dios. Habrá algunos en esta labranza que llegarán a ser las primicias. Ellos serán los primeros en madurar porque crecen más rápido que otros. Ellos no se han contaminado, y siguen al Cordero por dondequiera que va (Ap. 14:4). La condición necesaria para crecer rápidamente es seguir al Cordero. Dondequiera que Él va, nosotros le seguimos, y al seguirle así, crecemos más rápidamente. De esta manera, llegaremos a ser las primicias. No obstante, incluso los que crecen más lentamente también madurarán y formarán parte de la cosecha.

Una tierra cultivada tiene la función de producir alimentos. La iglesia es el lugar que Dios necesita para producir alimentos. Cuando estábamos en las denominaciones, muchos de nosotros no recibimos alimento alguno. Sin embargo, en la iglesia hay abundancia de alimentos. Hoy en las iglesias locales no tenemos escasez ni hambruna. Al contrario, toda iglesia local está llena de alimento. Recientemente, las hermanas de cierta localidad nos sirvieron a algunos de nosotros al menos cinco comidas al día. Cada platillo estaba lleno de las riquezas de los Estados Unidos, y yo fui bien nutrido. Hoy las iglesias son así. Puesto que un mensaje tras otro es como un “platillo” tras otro, todos requerimos de una mayor capacidad y una buena digestión. Esto nos muestra el aspecto de la iglesia como labranza que produce toda clase de alimento apropiado.

(Testimonio de Jesús, El, capítulo 11, por Witness Lee)