CUIDAR MÁS POR EL TESTIMONIO DE JESÚS
QUE POR NUESTRA PROPIA SALVACIÓN
Y ESPIRITUALIDAD
La intención de Dios es tener una expresión corporativa. Antes de ser salvo, yo era la cuarta generación de cristianos en nombre y por tradición. De niño me adoctrinaron, me embotaron y aturdieron con toda clase de conceptos del cristianismo. Aparentemente tales conceptos eran conforme a la Biblia, pero en realidad no lo eran. Por muchos años escuché predicaciones de pastores, ministros y misioneros, pero nadie jamás me había dicho que nosotros debemos ser la expresión corporativa de Cristo en la tierra hoy en día. Dios desea obtener una expresión en este universo, y dondequiera que esté esta expresión, en cada localidad, ella debe ser una sola.
Juan dice: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesús” (Ap. 1:9). La mayoría de los cristianos hoy en día afirmarían estar a favor de la palabra de Dios, pero son muy pocos los que se declaran a favor del testimonio de Jesús. No estamos aquí solamente por la palabra de Dios, sino también por el testimonio de Jesús. Inmediatamente después de su declaración, Juan recibió la visión de los siete candeleros, los cuales representan a siete iglesias locales (vs. 10-12, 20). El pensamiento central de los primeros tres capítulos de Apocalipsis es los siete candeleros como siete iglesias locales que expresan a Dios. No debemos pensar que hoy Dios ha cambiado de idea. La Biblia, la Palabra de Dios, desde la primera página hasta la última, siempre es consistente respecto al único Dios, un solo tabernáculo, un solo templo, un solo Cristo, una sola iglesia, una sola iglesia local en cada localidad y una sola Nueva Jerusalén.
Muchos cristianos desean ser celestiales y espirituales. No obstante, los ángeles son los seres más celestiales y espirituales, porque no tienen carne ni la fastidiosa mente que los molesta; sin embargo, ellos no son el testimonio de Dios como Su expresión. Los ángeles son simplemente siervos de Dios que ministran a los que han de heredar la salvación (He. 1:13-14). El testimonio de Jesús es la iglesia. Según la mayoría de las enseñanzas cristianas, la iglesia es simplemente la reunión de los muchos que han sido salvos y que están listos para ir al cielo. Esta definición de la iglesia es pobre y es según un concepto caído. Hace varios años en Taiwán, algunos de los líderes del cristianismo me reprendieron al decirme: “Usted no debería decir que el cristianismo hoy en día ha caído”. A esto yo les respondí: “Si hoy el cristianismo no está caído, entonces ¿qué cosa es? Siempre que algunos de nosotros no estamos a la altura del estándar de Dios, somos seres caídos”. El cristianismo, a lo más, impresiona a las personas principalmente con el concepto de una salvación personal, pero no transmite ninguna revelación en cuanto al testimonio de Jesús. Si estamos en el testimonio de Jesús, no habrá necesidad de enfocarnos en nuestra salvación personal. Nuestra salvación está asegurada al permanecer en el testimonio de Jesús.
El testimonio de Jesús hoy en día es la iglesia. Esto no es simplemente un concepto nuestro. Si leemos los sesenta y seis libros de la Biblia, llegaríamos al último, que es Apocalipsis. Este libro no habla de nuestra salvación personal ni de nuestra conducta personal. El tema principal que se nos presenta en este libro es el testimonio de Jesús. No tenemos que preocuparnos por nuestra salvación. Siempre y cuando formemos parte del testimonio de Jesús, seremos salvos. De la misma manera, tampoco debemos preocuparnos por nuestra santidad, espiritualidad ni por cualquier otra cosa. Si somos parte del testimonio de Jesús, lo tendremos todo.
(Testimonio de Jesús, El, capítulo 6, por Witness Lee)