Testimonio de Jesús, El, por Witness Lee

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LLEVAR A CABO NUESTRA SALVACIÓN DE LA GENERACIÓN TORCIDA Y PERVERSA

En la Biblia se nos presenta este cuadro: solamente ocho personas fueron salvas en el arca mediante el agua, de la generación torcida. Muchos quizás fueran salvos de la perdición eterna, pero pocos entraron en el arca. Para ser salvos de la perdición eterna no se requiere que hagamos nada, pero para ser salvos de la generación maligna, tenemos que edificar el arca. Filipenses 2:12 dice: “Llevad a cabo vuestra salvación”. A los fundamentalistas tal vez no les agrade este versículo, porque ellos insisten en que somos salvos por fe mediante la gracia sin ejecutar obra alguna y que es una herejía decir que somos salvos por medio de obras. Sin embargo, hay al menos un versículo en el Nuevo Testamento que nos insta a llevar a cabo nuestra propia salvación. Ésta no es la salvación de la perdición eterna. Esto se refiere a ser salvos de la generación torcida y perversa mencionada en el versículo 15. Este versículo nos dice: “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”. Muchos de nosotros solamente podemos proclamar que hemos sido salvos de la perdición eterna. Tal vez nos hemos regocijado proclamando: “¡Aleluya, he sido salvo y jamás pereceré! El cielo es mío y el infierno ha desaparecido”. Sin embargo, no debemos regocijarnos demasiado. Esto sólo representa la mitad de nuestra salvación. Tenemos que ser salvos también de la otra mitad, es decir, ser salvos de la generación torcida y perversa.

Ser salvos de la generación perversa no es tan fácil como ser salvos de la perdición eterna. Para ser salvos de la perdición eterna sólo se requiere que simplemente digamos: “¡Oh, Señor Jesús, soy un pecador. Gracias que has muerto por mí. Tú eres el Hijo de Dios y Tú eres también mi Salvador. Señor Jesús, perdóname. Me arrepiento y creo en Ti”. Esto es suficiente para que seamos salvos por gracia. Sin embargo, el resto de nuestra salvación requiere que cooperemos con Dios. El versículo 13 dice: “Dios es el que en vosotros realiza así el querer como el hacer, por Su beneplácito”. A esto deberíamos responder: “Amén a Tu obra”. Si cooperamos con la operación de Dios, en el aspecto negativo, seremos rescatados de la generación torcida. En el aspecto positivo entraremos en el arca, la cual representa la vida de iglesia apropiada.

Tenemos que entrar en la vida de iglesia apropiada, la cual es una “prisión” para nosotros. Muchas personas son libres de ir a donde quieren; ellos van tras los deportes, las diversiones y, en los días festivos, se van de turistas. Verdaderamente están fuera de la prisión. Sin embargo, el pueblo de la iglesia permanece en su “prisión”. Los padres de algunos de los santos dicen: “Compadécete de ti. No vayas tanto a tu iglesia; has estado yendo todos los sábados y domingos. Ya basta. No te olvides que este es un día feriado. ¿Por qué no te tomas unas vacaciones y disfrutas un poco?”. Sin embargo, los que dicen tales cosas no se dan cuenta de que lo que nosotros tenemos es mucho mejor y mucho más alto. Ellos desconocen el “entretenimiento” celestial, espiritual y maravilloso del cual disfrutamos. Estamos encarcelados en la vida de iglesia, pero nos gusta. La iglesia es una prisión, pero también es el mejor “entretenimiento”.

(Testimonio de Jesús, El, capítulo 8, por Witness Lee)