Testimonio de Jesús, El, por Witness Lee

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SER SALVOS DE ESTA GENERACIÓN PERVERSA, EL PRESENTE SIGLO MALIGNO

Todos debemos darnos cuenta de que en la tierra hoy existen cuatro ítems negativos: el judaísmo, el catolicismo, el protestantismo y la mundanalidad. Las primeras tres pertenecen a la categoría religiosa. La generación de hoy en día, especialmente en los Estados Unidos, está llena y está compuesta y constituida de la mundanalidad más el judaísmo, el catolicismo y el protestantismo. Un joven, una persona capacitada, en los Estados Unidos, puede amar su automóvil, su educación, su casa, su trabajo, su esposa y su familia. Además, es posible que asista, ya sea a una sinagoga de Satanás, a una catedral de demonios o a una iglesia protestante muerta. Tal joven debería tomar las palabras que Pedro pronunció en el día de Pentecostés: “Sed salvos de esta perversa generación” (Hch. 2:40). Según el contexto de Hechos 2, la religión judía junto con sus líderes, sacerdotes y ancianos fueron quienes crucificaron al Señor Jesús (vs. 22-23, 26). Dicha religión era la generación perversa de la cual todos formaban parte. Ahora ellos tenían que salvarse a sí mismos de tal generación. Esto simplemente significa que ellos deberían renunciar a su religión y acudir a Cristo y la iglesia. Mientras Pedro estaba ahí de pie hablándole a la gente, allí estaba la iglesia gloriosa, y también estaba la religión judía, la generación perversa. Aquella gente tenía que tomar la decisión con respecto a su destino: permanecer en la generación perversa y religiosa o entrar en la gloriosa y recta vida de iglesia.

Pablo también dijo a las iglesias de Galacia que Cristo murió en la cruz por sus pecados no para llevarlos al cielo sino para rescatarlos del presente siglo maligno (Gá. 1:4). Lo que perjudicaba y obstruía a las iglesias en Galacia de aquel tiempo era el siglo maligno compuesto por dos entidades, el mundo gentil y la religión judía. Hoy se aplica el mismo principio. El siglo maligno en los Estados Unidos está compuesto de cuatro entidades: la mundanalidad, el judaísmo, el catolicismo y el protestantismo. Incluso muchos de los grupos libres que existen hoy en día son un perjuicio a la edificación del testimonio de Dios. Así que, ellos también forman parte de lo que hoy es la generación perversa, de la cual tenemos que ser salvos.

Hoy en día sólo encontramos dos cosas en la tierra: la generación perversa y el testimonio de Jesús. Cuando Pedro se puso en pie el día de Pentecostés, la generación perversa era la religión judía, y el testimonio de Jesús era la iglesia. Asimismo, cuando Pablo escribió la epístola a las iglesias de Galacia, aquel presente siglo maligno era el mundo de los gentiles más la religión judía, y el testimonio de Jesús era la iglesia. Hoy en día, la generación perversa es la mundanalidad moderna más el judaísmo, el catolicismo y el protestantismo, mientras que el testimonio de Jesús sigue siendo la iglesia. Todo aquel que hoy no esté en la iglesia como el testimonio de Jesús, forma parte de la generación perversa. Independientemente de si uno va a uno de los casinos de Las Vegas, a una sinagoga judía, a una catedral católica, a una capilla protestante o a un salón de un grupo cristiano libre, mientras no haya sido edificado en la iglesia local, forma parte de la generación perversa.

Ponemos nuestros ojos en Señor para que Él nos conceda una revelación completa del testimonio de Jesús. Jamás debemos ser embotados por la mundanalidad, el judaísmo, el catolicismo y el protestantismo. La generación satánica, demoníaca y diabólica de hoy en día, no sólo está compuesta por los casinos que hay en Las Vegas, sino también por las catedrales, los santuarios, las capillas y los lugares donde se reúnen muchos de los grupos disidentes y divisivos. Siempre y cuando uno no esté en la iglesia, tampoco estará en el testimonio de Jesús. Más bien, dicha persona está en la generación del presente mundo perverso. ¡Qué nos sean quitados todos los velos y que tengamos un cielo despejado para ver el testimonio de Jesús!

Satanás y los demonios son muy astutos, así que debemos tener cuidado. Hemos visto algunos queridos santos que fueron seducidos y engañados por Satanás para criticar la iglesia. Esto debe servirnos de advertencia. Por más de cuarenta años nunca he visto a alguien que haya recibido una bendición de Dios al oponerse a la iglesia y criticarla. Si el recobro de las iglesias es algo que proviene del Señor en Su mover gubernamental, entonces debemos proceder con cuidado cuando lo tocamos. Tocar la iglesia no es algo insignificante. Si se tratase de una obra mía, de una obra de usted o de la obra de un movimiento llamado “las iglesias locales”, podemos rechazarla sin tener que oponernos al Señor Jesús; pero si se trata del mover gubernamental del Señor, de Su administración en el aspecto económico, tenemos que tener mucho cuidado. Algunos nos han condenado al tacharnos de heréticos. Si ellos estuvieran en lo correcto, entonces recibirían la bendición de Dios. Sin embargo, ellos no han recibido bendición. El tiempo vindicará quién se halla y quién no se halla bajo la bendición de Dios. Tenemos que ser salvos de la generación torcida y perversa de hoy en día, o sea, tenemos que ser salvos de la mundanalidad moderna, del judaísmo, del catolicismo y del protestantismo. Después, tenemos que venir a la iglesia como testimonio de Jesús hoy. ¡Aleluya, estamos aquí por el testimonio de Jesús! Ésta no es una obra de predicación evangélica, ni una obra misionera ni una obra para enseñar la Biblia, ni tampoco de una obra que meramente edifica a los cristianos. Éste es el testimonio de Jesús. ¡Qué el Señor abra nuestros ojos y que los cielos nos sean abiertos en estos días!

(Testimonio de Jesús, El, capítulo 6, por Witness Lee)