LAS EPÍSTOLAS
DIRIGIDAS A LAS SIETE IGLESIAS EN APOCALIPSIS
REVELAN LA CONDICIÓN DEL JUDAÍSMO,
EL CATOLICISMO, EL PROTESTANTISMO Y EL MUNDO
Apocalipsis 2:1-7 nos habla de la iglesia en Éfeso. Esta iglesia tenía buena conducta, una fe fuerte y muchas obras por el Señor. Sin embargo, fue reprendida por no haber disfrutado adecuadamente del Señor. La iglesia en Éfeso había perdido el disfrute del Señor. Esto lo sabemos gracias al versículo 7, en el cual el Señor dice: “Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en el Paraíso de Dios”. Comer del árbol de la vida equivale a disfrutar al Señor. Hoy corremos el riesgo y el peligro de mostrar una buena conducta, una fe fuerte y hacer muchas buenas obras para el Señor, pero sin disfrutar mucho de Él. Al Señor no le importa cuántas obras realizamos para Él. Lo que a Él le interesa es cuánto comemos y disfrutamos de Él a diario. Él es el árbol de la vida para que nosotros lo comamos.
En el pasado escuché muchos mensajes que me instaban a tener una buena conducta, una fe fuerte y a hacer numerosas obras para el Señor, pero nunca escuché un solo mensaje que me dijera que yo tenía que comer al Señor Jesús. Podemos hacer muchas obras para el Señor, pero ¿cómo está nuestro disfrute de Él? ¿Disfrutamos al Señor Jesús día tras día? Lo primero que debemos hacer todas las mañanas es comer al Señor Jesús y disfrutarlo. Todos deberíamos olvidarnos de lo que hacemos por Él; más bien, tenemos que disfrutarlo. Nada le agrada más al Señor que lo comamos a Él. Cuanto más le comamos, más contento está.
Los versículos del 8 al 11 hablan de la iglesia en Esmirna. El Señor no dijo nada contra esta iglesia debido a la persecución que padeció. En esta epístola se hace mención por primera vez a la sinagoga de Satanás (v. 9). Una sinagoga es el lugar donde los judíos adoran a Dios, pero la sinagoga se ha convertido en algo de Satanás. Esto implica que el judaísmo se convirtió en algo satánico, la sinagoga de Satanás. En este mismo principio, las catedrales, las capillas y los santuarios que hay en el cristianismo actual tampoco son realmente algo de Dios. La tercera iglesia mencionada es la iglesia en Pérgamo (vs. 12-17). Allí es el lugar donde está el trono de Satanás (v. 13). El lugar del trono de Satanás es el lugar donde Satanás es el rey, de donde rige y reina sobre el mundo. En otras palabras, en la iglesia en Pérgamo está el mundo. Pérgamo denota la iglesia mundana, la iglesia que se ha casado con el mundo. Actualmente es difícil distinguir a muchos de los cristianos porque parecen igual que los incrédulos. Son iguales que la gente del mundo en sus compras, en las casas que tienen y en la manera en que se visten. Muchos cristianos son mundanos, porque moran en el lugar donde se encuentra el trono de Satanás, la morada de Satanás. El judaísmo es satánico y la mundanalidad también es satánica.
En la cuarta iglesia, la iglesia en Tiatira, está la mujer Jezabel (vs. 18-29), que representa a la Iglesia Católica Romana. Así como el judaísmo es satánico, la Iglesia Católica es demoníaca. Los judíos no adoran ídolos en sus sinagogas, pero las catedrales católicas están llenas de ídolos. He dedicado mucho tiempo para estudiar la situación del catolicismo. Cuando estaba en Manila, visité una catedral católica. Para mi sorpresa, vi que estaba llena de ídolos. Al pie de uno de los ídolos, el cual tenía la imagen de una santa, había una nota que decía que el que orase a ella varias veces al día, podía aliviar los sufrimientos de aquellos familiares que estaban en el purgatorio. ¡Qué gran superstición es ésta! Esto es demoníaco. En tales lugares también se halla frecuentemente un ídolo de “la santa madre”. ¿Podemos decir que aquellas catedrales católicas son de Dios? Tales lugares no solamente son satánicos, sino que también son demoníacos. El versículo 20 dice que Jezabel enseña y seduce a los esclavos del Señor a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. La fornicación es la malvada “hermana” de la idolatría. Donde hay idolatría, también siempre hay fornicación.
De la segunda a la cuarta epístola en Apocalipsis 2 se habla del judaísmo, de la mundanalidad y del catolicismo. En el capítulo 3 se aborda el protestantismo. El versículo 1 dice que si bien la iglesia en Sardis tiene nombre de que vive, ella está muerta. Lo que caracteriza al protestantismo es su condición de muerte. Además, el versículo 20 dice: “He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo”. Esta puerta no alude a la puerta de las personas de forma individual; ésta es la puerta de la iglesia en tibieza, que hoy vemos también en el protestantismo. Tenemos que darnos cuenta de que el Señor no está en el protestantismo; Él está afuera, al otro lado de la puerta. Así pues, el judaísmo es satánico, el catolicismo es demoníaco y el protestantismo está lleno de muerte y sin Cristo. El protestantismo, en nombre, predica a Cristo y enseña de Cristo, pero en realidad no tiene a Cristo.
(
Testimonio de Jesús, El, capítulo 6, por Witness Lee)