DIOS EXISTE EN EL CORAZON
Además de la identidad social y la propagación, ¿tenemos algunos deseos? ¿Qué otros anhelos tenemos? En lo profundo de cada persona hay un anhelo de Dios. Ya sean pueblos altamente civilizados, como los caucásicos, o civilizaciones milenarias, como los chinos, o pueblos antiguos o aborígenes incultos, todos ellos tienen un ardiente deseo común: Dios. Por el simple hecho de ser hombres, anhelan a Dios, no importa de qué raza o nacionalidad sean. Este es un hecho irrefutable. Es evidente que todos los hombres buscan a Dios.
Al aplicar el principio que acabamos de mencionar, podemos ver que como nuestro corazón siente la necesidad de un Dios, necesariamente tiene que haber un Dios en el universo. Si Dios no existiera, no tendríamos ese anhelo en nuestro corazón. Todos tenemos un apetito por el alimento. De la misma manera, todos tenemos un apetito por Dios. Sería imposible vivir si solamente tuviéramos apetito por la comida y ésta no existiera. De igual manera, sería imposible vivir si tuviéramos lugar para Dios, pero no tuviéramos a Dios.
(Fe cristiana normal, La, capítulo 1, por Watchman Nee)