Fe cristiana normal, La, por Watchman Nee

Más extractos de este título...

LAS CORRECCIONES EXTERNAS SON INUTILES

Puesto que el hombre es corrupto por dentro, de nada sirve corregirlo exteriormente. Tengo un amigo que vino de Nanking. Cuando el tren pasó por Wushih, compró unas muñecas para su hija. Todas las muñecas estaban hechas de barro. Estaban pintadas y bien decoradas con colores brillantes. Su hija tenía siete años. Cuando recibió los juguetes se desbordó de gozo. Inmediatamente asumió el papel de madre, acariciando las muñecas y poniéndolas a dormir. Cuando era tiempo de comer, las alimentaba. Con sus manos metía el arroz en las bocas de las muñecas, diciendo: “¿Por qué no comes?”. Bueno, ¡las caras de las muñecas estaban sucias con la grasa y el arroz! La niña actuaba como su madre, y empezó a limpiarles las caras con agua y toallas. Desafortunadamente, una mancha negra apareció cuando una parte fue limpiada. Cuanto más la limpiaba, más grande se hacía la mancha negra. Después de un rato, la nariz, los ojos y los oídos desaparecieron. Ella empezó a llorar. ¡No había nada que se pudiera hacer! Su padre le dijo: “Tíralas. Te compraré nuevas. Las muñecas de barro no se pueden lavar”.

(Fe cristiana normal, La, capítulo 8, por Watchman Nee)