Fe cristiana normal, La, por Watchman Nee

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LA MANO EN EL GUANTE

Una vez estaba hablando con un amigo en Kaifeng acerca del hecho de que Cristo está en el Espíritu Santo. Una dama extranjera pasaba por allí. Me saludó y estaba por quitarse sus guantes para darme la mano. Me apresuré hacia ella y le dije: “No hay necesidad de que se quite los guantes”. Levanté la mano con el guante y me volví a mi amigo, preguntando: “¿Tengo el guante o la mano? Quizás alguien diga que tengo su guante, pero realmente tengo su mano. La relación entre Cristo y el Espíritu Santo es exactamente la misma. Cuando uno exteriormente posee al Espíritu, en realidad está poseyendo a Cristo interiormente. Recibir al Espíritu Santo es lo mismo que recibir a Cristo”. Mi amigo asintió con su cabeza y dijo: “¡Ahora veo!”.

Esto es similar a lo que dijimos antes acerca de la divinidad de Jesús de Nazaret. Uno puede decir que El es Dios y también que es hombre. Cuando se toca Su divinidad, también se toca Su humanidad. Cuando Su humanidad se manifiesta, simultáneamente se manifiesta Su divinidad. De la misma manera, Cristo y el Espíritu son una entidad inseparable. Uno puede intercambiar los dos términos como sinónimos. El Espíritu está en El, y El está en el Espíritu.

(Fe cristiana normal, La, capítulo 11, por Watchman Nee)