PROBADO POR LOS MILAGROS
Examinemos algunos de los hechos de Jesús de Nazaret. Mateo 11:2 y 3 dice: “Y al oír Juan, en la cárcel, de las obras de Cristo, le mandó un recado por medio de sus discípulos, y le dijo: ¿Eres Tú el que había de venir, o hemos de esperar a otro?”. Juan quería asegurarse de que Jesús era el Cristo enviado de Dios. Si no lo era, Juan esperaría a otro.
Los versículos 4 y 5 dicen: “Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis: Los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”. Jesús no contestó ni con un “sí” ni con un “no”. Sólo le pidió al mensajero que le dijera a Juan de las cosas que se oían y se veían. El quería que Juan pensara acerca de ellas y decidiera por sí mismo si Jesús era el Cristo. Jesús probó Su divinidad con los milagros que hizo. Aquí está un hombre que logró lo que era imposible para seres humanos. Uno tiene que confesar que El es Dios.
Juan 7:31 dice: “Y muchos de la multitud creyeron en El, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que ha hecho éste?”. Muchos testificaron que El hizo toda clase de milagros que ningún hombre podría hacer.
(Fe cristiana normal, La, capítulo 4, por Watchman Nee)