LA REGENERACION ES UN CAMBIO DE VIDA
Cada expresión de nuestro vivir como seres humanos está basado en la clase de vida que poseemos. Un vivir corrompido es causado por una vida corrompida. Para cambiar el modo de vivir, primero tenemos que cambiar la vida. Si se cambia la vida, su expresión también cambiará. No habrá problemas con la última cuando a la anterior ya se le ha cuidado. De otra manera, cualquier esfuerzo será tan fútil como entrenar a un pájaro para que nade o darle clases a un pez para que vuele. La regeneración es un cambio de vida. Lo que Cristo nos ofrece no es simplemente un cambio de comportamiento sino la regeneración basada en un cambio de vida.
Una cosa admitimos unánimemente: la vida humana que poseemos es corrupta y mala. Por una parte, culpamos a la maldad en el mundo y a las circunstancias desmoralizantes a nuestro alrededor, pero por el otro, tenemos que admitir que somos básicamente malos y sucios por dentro. Nos damos cuenta de que en todas partes del mundo hay una lucha por poder y posición, pero también nos damos cuenta de que estamos llenos de celos y orgullo. Admitimos que el corazón del hombre es rebelde e irreflexivo. No hay ningún hombre que sea gentil ni amoroso. No solamente somos pecaminosos sino sumamente perversos. Sabemos que el pecado es aborrecible, que no le da paz a nuestra conciencia. También deseamos y queremos tratar con el pecado y deshacernos de él. El fenómeno básico de nuestra vida es un enredo total con el pecado.
(Fe cristiana normal, La, capítulo 8, por Watchman Nee)