EL TABERNACULO
Esta arca está contenida en el tabernáculo. Los diez mandamientos están contenidos en el arca, y el arca está contenida en el tabernáculo (Ex. 40:20-21). Entonces, ¿qué es el tabernáculo? El tabernáculo es el agrandamiento, el aumento del arca. El arca estaba hecha de madera cubierta de oro, y la mayor parte del tabernáculo estaba compuesta de los mismos materiales: madera cubierta de oro (Ex. 26:15-30). Así que, el tabernáculo es el agrandamiento del arca. En otras palabras, el arca agrandada se convierte en el tabernáculo. El tabernáculo está hecho en la misma forma y con los mismos materiales, y está constituido de Cristo y contiene más de Cristo.
Veamos algo más de Cristo en el tabernáculo. Leímos que había cuatro cubiertas sobre él (Ex. 26:1-14). Esto significa que Cristo se hizo una de las criaturas, puesto que cuatro es el número que simboliza a las criaturas. ¿Qué son estas cuatro capas de varias clases de cubiertas? La de más afuera es de pieles de tejones, una protección fuerte contra el viento, la lluvia y el calor del sol. Debajo de la piel de tejones, estaba la piel de carneros teñida de rojo, lo cual significaba que Cristo murió y derramó Su sangre por nuestros pecados; y debajo estaba la cubierta hecha de pelos de cabra, la cual denota que Cristo fue hecho pecado por nosotros. La cubierta más interna era de lino, muy hermosa, muy fina, y llena de gloria, con los querubines bordados sobre ella. Todas estas cubiertas están llenas de significado y requieren mucha explicación. Todas ellas están relacionadas con Cristo.
Desde el interior, se ve Su gloria. Oh, ¡Cristo es tan glorioso desde el interior! Desde el exterior, se ve Su humildad y sencillez; se ve Su fortaleza, Su resistencia, pero no hay belleza alguna. Este es Jesús, menospreciado por otros, un hombre humilde. Pero en Su interior El es el Cristo glorioso.
¡Alabado sea el Señor, estamos cubiertos con tal Cristo! Según las dimensiones del tabernáculo, para formar la cubierta se requerían diez cortinas. Por lo tanto, la cubierta más interna, hecha de lino fino, se componía de diez cortinas. Pero la cubierta de pelos de cabra estaba formada de once cortinas. No era de cinco más cinco, sino de cinco más seis, y el seis no es un buen número. El seis se refiere al hombre y tiene que ver con el pecado. Así que, esto significa que Cristo fue hecho pecado por nosotros. La cubierta interior es el Cristo glorioso; la segunda es el Cristo que fue hecho pecado por nosotros; la tercera es el Cristo que murió y derramó Su sangre; la cuarta, la exterior, es el Cristo que se bajó para ser un hombre humilde. Este Cristo cuádruple nos cubre. ¡Qué cubierta, qué protección, qué salvaguarda!
En este tabernáculo, Cristo está unido con muchas tablas. Nosotros somos las tablas de madera, los miembros humanos: usted es una tabla y yo soy otra. El arca está incorporada en ese tabernáculo, el cual representa al Cristo que está unido con nosotros y que nos une a todos en la naturaleza divina, de la misma manera que todas las tablas estaban unidas en el oro. Al menos había cuarenta y ocho tablas cubiertas de oro y unidas por medio de anillos y barras de oro (Ex.26:26-29). Si se quitara el oro, las cuarenta y ocho tablas se caerían; ninguna quedaría unida con la otra. No estamos unidos en la carne, ni jamás podríamos estar unidos así. La naturaleza divina es la que nos une. El oro es el punto de unión; el oro es la unidad entre nosotros. Sin el oro caeríamos en pedazos. Yo no estaría de acuerdo con usted, ni usted conmigo. Pero, alabado sea el Señor, el oro lo cubre a usted y el oro me cubre a mí. Hay algunos anillos de oro en usted y en mí hay una barra de oro. Es imposible separarnos. Aun si quisiera usted huir, no podría. Está unido a mí. Usted y yo estamos unidos y nunca podremos separarnos. No estamos unidos por nuestras disposiciones naturales. Según lo natural, tal vez yo nunca podría llevarme bien con usted. Y aun si fuéramos compatibles naturalmente, ésa no sería una unidad verdadera y estable. Pero, alabado sea el Señor, estamos unidos en una unión verdadera e indisoluble por medio de algo divino, por la misma naturaleza de Dios. No sólo estamos unidos por el oro, sino que nosotros mismos estamos cubiertos con el oro y salvaguardados por el oro. El oro es Dios mismo.
Un día en mi cuarto me dije a mí mismo: “¡Qué desafortunado eres! Has sido capturado por la naturaleza divina y no puedes escapar. Tal vez trates, pero ¡nunca saldrás de este equipo de oro!” Esto es la unidad. Hermanos y hermanas, debe haber tal unidad entre nosotros. Así seremos fortalecidos y capacitados para entrar en la tierra. Si podemos escaparnos unos de otros, si podemos separarnos unos de otros, no hay manera de entrar en la buena tierra. Debemos tener este tabernáculo, el cual contiene el arca. Debemos estar unidos en esta naturaleza divina como el tabernáculo y el arca. El arca, la cual es Cristo, está en nosotros como nuestro centro, y nosotros somos el agrandamiento de este Cristo como el tabernáculo que contiene el arca.
Hemos visto que debemos disfrutar a Cristo como el cordero de la pascua, como el maná diario, y como el arca que está en el tabernáculo. Todo esto es lo que nos capacita para entrar en la tierra.
(
Cristo todo-inclusivo, El, capítulo 9, por Witness Lee)