UN ASUNTO CORPORATIVO
En primer lugar, poseer la tierra no es asunto de una persona individual. Es absolutamente imposible que alguien como individuo posea la tierra. Esto lo debemos recordar bien. Nunca podremos poseer al Cristo todo-inclusivo por nosotros mismos como individuos. ¡De ninguna manera! Hermanos y hermanas, dejemos de soñar. Tales sueños nunca podrán realizarse. Esto es asunto del Cuerpo; es algo que se comprende con todos los santos. Cristo es muy grande; Su amplitud es ilimitada y sus riquezas, inescrutables. Este principio ha sido establecido firmemente por el Señor: entrar en la buena tierra y poseerla no es para individuos, sino para un cuerpo colectivo. El Señor nunca pidió que los hijos de Israel cruzaran el Jordán y entraran en la tierra uno por uno, gradual e individualmente. Nunca fue la intención de Dios que uno solo entrara este mes, otro el próximo mes, y otro el siguiente. Esto es imposible y contrario al principio divino. Es un cuerpo colectivo quien la debe poseer; hay que entrar en ella corporativamente, y no individualmente.
Me temo que aun al estar leyendo estas páginas se ha estado preguntando: “¿Cómo puedo yo entrar en esta tierra?” Usted, como individuo, nunca podrá entrar. Esto le debe impresionar profundamente. Esa no es la manera. Si quiere entrar en esta tierra, debe entrar como parte de un cuerpo colectivo.
(Cristo todo-inclusivo, El, capítulo 9, por Witness Lee)