EL TERRENO NO DEPENDE DE LA CONDICIÓN
Otro problema en cuanto a las divisiones tiene que ver con aquellos que sólo se preocupan por la espiritualidad. Si las reuniones de la iglesia local no son tan espirituales, entonces ellos no cooperan y se separan para reunirse de una manera más espiritual. No les interesa el terreno único de la iglesia. No entienden que el terreno de la iglesia no depende de la condición de la iglesia: la condición puede fluctuar pero el terreno, la posición, jamás cambia. Hoy podemos ser muy espirituales pero en dos meses puede ser que no seamos tan espirituales, y después de dos años quizá estemos peor. No obstante, si hoy estamos débiles, ¿podemos decir con certeza de que en dos años no estaremos fuertes? La condición espiritual fluctúa fácilmente, pero la posición del terreno jamás puede cambiar.
Supongamos que existe una familia que se llama Smith. Aunque la posición de la familia Smith jamás cambiará, la condición de esta familia pudiera ser buena hoy y mala mañana. ¿Por qué deben mantenerse unidos los miembros de la familia Smith? Simplemente porque son una familia. No importa si son buenos o malos, siempre son la familia Smith; éste es su terreno, su posición.
Supongamos que uno de los miembros de la familia Smith piensa que su familia es demasiado pobre; así que se muda a otra familia que está en mejores condiciones. Sin embargo, después de dos años esa otra familia se empobrece más que la familia Smith, entonces ¿qué hará ese miembro?
El problema de los cristianos hoy en día consiste en que no tienen ningún terreno o posición; sólo se preocupan por la condición espiritual. Por ejemplo, dicen: “Este grupo es más espiritual. Yo quiero estar con ellos”. Pero después de dos años me enojo con ellos y me voy a otro lugar. Si soy así, esto demuestra que no tengo ningún terreno o posición. Siempre busco un lugar según la condición espiritual.
La condición fluctúa, pero el terreno permanece igual. ¿Quién puede cambiar el sitio de un edificio? El edificio puede estar en mala condición hoy, pero puede mejorar grandemente después de unos meses. En sólo tres meses, el edificio puede cambiar de condición, pero el sitio, el terreno, sigue siempre igual.
(Expresión práctica de la iglesia, La, capítulo 8, por Witness Lee)