Expresión práctica de la iglesia, La, por Witness Lee

NO LO BUENO, SINO EL ORO

Supongamos que hay dos hermanos en la iglesia. Uno es un hombre bueno por nacimiento, pero no por regeneración, es decir, nació bueno y apacible. Es difícil que este hermano se enoje; aun parece que no tiene mal genio. Tiene un modo de ser sumamente apacible. No importa lo que uno le pueda hacer o decir, jamás se ofende. Parece como si estuviera en otro mundo, un mundo en el que no se encuentra el mal genio. El tiene una manera de ser extremadamente suave. Ahora él es salvo, es uno de los hermanos, y todos piensan que es un hermano admirable.

Otro hermano, por el contrario, se enoja fácilmente. No es refinado, sino que en verdad es bastante rudo. Todos en la iglesia le tienen miedo, especialmente las hermanas. Le tienen miedo por su modo de ser tosco y su capacidad de enojarse fácilmente.

Supongamos que tenemos a estos hermanos en la iglesia. Uno es “blanco” y el otro es “negro”. No me estoy refiriendo al color de su piel, sino a su modo de ser. ¿A quién amaría usted? ¿al negro o al blanco? Suponiendo que uno de estos dos hermanos fuera a quedarse con usted, ¿a cuál le gustaría hospedar? ¿Recibiría al blanco y le daría el negro a otro? ¿A quién escogería? Depende de cuánto usted quiere ser transformado. Sin duda, el negro contribuirá más para su transformación. No obstante, la respuesta es que no debemos tener preferencia por ninguno de los dos. No debemos amar ni al blanco ni al negro, porque ambos son muy naturales. Ninguno de ellos expresa la vida. Uno es blanco, pero no es “de oro”; el otro es negro, pero tampoco es “de oro”. Lo que Dios quiere es “oro”, no blancos ni negros. Ni lo bueno ni lo malo es “oro”. No importa si usted es blanco o negro, si no es “de oro”, Dios no le tomará.

La iglesia no es un lugar para educar, corregir o cambiar a las personas; la iglesia es el medio para que Dios infunda a Cristo como vida dentro del hombre. Los “negros” necesitan de esta vida y los “blancos” también. Sin embargo, la situación del cristianismo actual no es así. El cristianismo hoy intenta educar, corregir y cambiar a las personas. Por ejemplo, si usted es “blanco”, dicen que está bien; pero si usted es “negro”, tratan de corregirlo, cambiarlo y mejorarlo. Eso es completamente erróneo. El contenido de la iglesia no es nada menos que Cristo como vida. Los “negros” indudablemente están carentes de Cristo, pero también los “blancos”. Todos carecen de Cristo.

Muchas veces los “blancos” llegan a ser una verdadera frustración para la vida. En muchas iglesias locales, los “negros” son más fáciles de ayudar en lo que a la vida se refiere. Ministrarle vida a los “negros” es fácil, pero ministrarle vida a los “blancos” es verdaderamente difícil. Los “blancos” piensan que están bien, y otros también piensan lo mismo. Dentro de ellos hay cierta clase de orgullo de que son mejores que otros. Los hermanos y hermanas piensan que no es necesario orar por los “blancos”, pero que sí deben orar por los “negros”. Con el tiempo, los “blancos” vienen a ser un estorbo para el ministerio de vida, debido a que es difícil convencerlos de que necesitan aún más a Cristo.

(Expresión práctica de la iglesia, La, capítulo 19, por Witness Lee)