MIEMBROS QUE FUNCIONAN
Después que hayamos sido capturados por Cristo y que estemos dispuestos a crecer en El, es preciso aprender a despojarnos de todo lo que somos y a seguir al Cristo que está en nuestro espíritu. Entonces llegaremos a ser miembros que funcionen en el Cuerpo, y no sólo miembros activos.
La expresión práctica de la iglesia es la iglesia local, y en la iglesia local se necesitan miembros que funcionen. Nosotros no tenemos ni clero ni laicos, sino que todos somos miembros del Cuerpo; por lo tanto, todos debemos funcionar. Ninguno de nosotros debe llegar a la reunión del domingo en la mañana con el concepto de que vamos a “la iglesia”. ¿Para qué vamos a “la iglesia”? ¿Para asistir “al servicio”? Un servicio requiere un edificio eclesiástico dentro del cual hay personas sentadas en bancas, un pastor que predica un sermón y un coro que canta música especial. Nosotros estamos absolutamente en contra de ese servicio; si algunos vienen a nosotros con esta clase de concepto, han llegado a la “tienda” equivocada. Es mejor que vayan a otro lugar, ¡nosotros no apoyamos eso! No tenemos servicios de la iglesia, ni butacas, ni pastor que predique ni tampoco un coro.
Entonces, ¿qué estamos haciendo aquí? Estamos despojándonos de la religión, del cristianismo. En los primeros días, la iglesia tuvo que dejar el judaísmo, y hoy tenemos que despojarnos del cristianismo. Y para que esto se efectúe, es imprescindible que todos cambiemos nuestros conceptos: no hay butacas, ni espectadores, ni laicos, ni pastor; sólo tenemos la función de los miembros del Cuerpo viviente. Todos necesitamos ser capturados por Cristo, crecer en El y andar en El, despojándonos de lo que somos y de lo que hemos logrado. Sólo entonces podremos ser miembros que funcionen en la iglesia para expresar la plenitud de Cristo en Su Cuerpo.
(Expresión práctica de la iglesia, La, capítulo 15, por Witness Lee)