EL TERRENO UNICO GUARDA LA UNIDAD
No hay problema con el modo individual de disfrutar a Cristo, pero existe un verdadero problema con el modo corporativo. ¿Por qué sólo había un lugar en donde todas las personas tenían que reunirse a disfrutar colectivamente el rico producto de la buena tierra? ¿Por qué hizo el Señor, conforme a Su sabiduría, tal regulación con respecto a la adoración de Israel? Había doce tribus en la buena tierra, pero el Señor sólo escogió a Jerusalén; no importa cuán lejos vivía la tribu de Dan al norte, tenía que ir a Jerusalén. En Deuteronomio 12, 14, 15 y 16 el Señor afirmó repetidas veces que el pueblo de Israel tenía que adorar en el lugar que El había escogido. Israel no tenía otra opción. Moisés dijo que Israel había hecho en el pasado lo que era recto en sus propios ojos, pero cuando entraran en la buena tierra, deberían hacer lo que era recto ante el Señor. En otras palabras, ellos no podían actuar conforme a sus propias decisiones, sino conforme a la voluntad del Señor. ¿Por qué escogió el Señor sólo un lugar para que Su pueblo le adorara colectivamente? Debido a que este lugar único guardaría la unidad del pueblo de Dios; éste lugar único era el terreno de la unidad.
Supongamos que dos vecinos israelitas vivían en el territorio de Dan a una gran distancia de Jerusalén. Un día, se enojaron entre sí y hasta llegaron a odiarse. Luego, llegó el tiempo de la Fiesta de los Tabernáculos y ambos tenían que ir a Jerusalén. Si no iban, ambos serían cortados del pueblo de Israel; por tanto, estaban obligados a viajar juntos por el mismo camino a Jerusalén. ¿Que deberían hacer? No había más remedio que reconciliarse el uno con el otro. ¿Si no, cómo podrían cantar el salmo 133 mientras ascendían al monte de Sión?
¡Aleluya! El terreno único de la unidad nos obliga a reconciliarnos los unos con los otros y así guardar la unidad. Por eso damos énfasis una y otra vez al terreno de la iglesia local. Este terreno único de la unidad es tipificada en el libro de Deuteronomio.
El terreno único de la unidad nos separa de todos los elementos disidentes y cierra las puertas a la división. Si no tenemos el terreno de la unidad, temo que en pocos años habrá cincuenta grupos libres en Los Angeles, porque todos los hermanos sentirán la libertad de establecer una reunión en cualquier lugar que quieran.
(Expresión práctica de la iglesia, La, capítulo 9, por Witness Lee)