Expresión práctica de la iglesia, La, por Witness Lee

LA SEMILLA DE VIDA

¿Cómo empezó el Señor Jesús la vida de iglesia? Algunas personas tienen el concepto de que Cristo empezó la vida de iglesia con enseñanzas. No, El no hizo eso. El Señor Jesús empezó la vida de iglesia sembrándose en el hombre como semilla de vida. La vida de iglesia simplemente procede de esta misma semilla. El Señor Jesús vino a sembrarse en nosotros y esta semilla de vida produce la vida de iglesia. Mateo 13:3 dice: “He aquí, el sembrador salió a sembrar”. El Señor Jesús vino, no como un maestro para empezar la vida de iglesia con enseñanzas, sino como un sembrador, que se sembró como la semilla de vida dentro del linaje caído. De esta semilla brota la vida de iglesia.

El apóstol Pablo dijo: “Yo planté, Apolos regó” (1 Co. 3:6). No se imagine que Pablo simplemente fue a predicar y Apolos llegó a enseñar. No, Pablo plantó y Apolos regó. Se necesita tanto la siembra como el riego para el crecimiento de vida, el cual proviene de la semilla, quien es Cristo mismo. Me gustan estas tres palabras: sembrar, plantar y regar. Lo que la iglesia local más necesita no son las enseñanzas, sino la siembra y el riego. Es realmente necesario que seamos regados para crecer. Las enseñanzas no nos ayudan a crecer pero el riego sí. Por eso es bastante difícil ver la verdadera vida de iglesia en la tierra, ya que hoy existe poca siembra y riego entre los cristianos. Las enseñanzas sólo matan y dividen, pero el riego contribuye al crecimiento.

En 1 Corintios 3 dice que la iglesia fue plantada y regada, y además menciona que no sólo somos la labranza de Dios, sino también el edificio de Dios. La labranza requiere el crecimiento, y el edificio requiere la edificación. ¿Cómo podemos ser edificados? Mediante el crecimiento. Si queremos tener una vida sana de iglesia con un grupo de creyentes edificados sólidamente, necesitamos ministrar a Cristo como vida para que cada uno pueda crecer. En 1 Corintios 3 se habla del crecimiento y de la edificación; mediante el crecimiento podemos ser juntamente edificados.

En 1 Pedro 1:23 se nos dice que todos nacimos de simiente incorruptible, de Cristo la Palabra viva. Cristo se ha sembrado en nosotros como esta semilla, y de esta simiente nacimos. Después de nacer, como recién nacidos necesitamos la leche de la Palabra a fin de crecer para salvación (1 P. 2:2). Necesitamos ser salvos de muchas cosas, y esta salvación sólo puede llevarse a cabo por el crecimiento en vida, lo cual corresponde a Romanos 5:10, que dice que debemos ser salvos en Su vida. Somos salvos por el crecimiento en vida.

Necesitamos leche y no conocimiento. Los recién nacidos necesitan beber de la leche para crecer. Luego 1 Pedro 2 añade que al crecer, llegamos a ser las piedras vivas para ser edificados juntos. Cuanto más crecemos, más crecemos juntos; cuanto más crecemos, más llegamos a ser una sola entidad; mientras más crecemos, más crecemos hasta ser un edificio. Somos edificados juntos por el crecimiento, no por la organización ni las enseñanzas. La edificación se lleva a cabo por el crecimiento en vida.

Adondequiera que vayamos, no debemos tratar de corregir a otros. Dejemos que estén equivocados y no tratemos de corregirlos ni cambiarlos. Lo que todos necesitan es crecer y nada más. Aun si usted puede corregirlos y calibrarlos, eso no significa nada porque todavía no han crecido en vida.

(Expresión práctica de la iglesia, La, capítulo 19, por Witness Lee)