FIJARNOS EN LOS QUE CAUSAN DIVISIONES
Romanos 16:17 dice: “Ahora bien, os exhorto, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos”. Recientemente ha habido algunos entre nosotros que han causado divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza que hemos aprendido. Debemos fijarnos en tales personas. Siempre que las veamos causando división, debemos apartarnos de ellas. Aunque esto no es agradable, es necesario para conservar la salud del Cuerpo. A fin de que el Cuerpo esté saludable, debe ser protegido de todos los factores que causan división.
Algunos de los que han causado división han dicho que si nos apartamos de ellos, no somos la iglesia ni tenemos la unidad. Ellos han venido socavando el recobro del Señor y causando divisiones; sin embargo, esperan que la iglesia los incluya. No obstante, nosotros debemos ser osados y declarar que no podemos tolerar la división. No podemos permitir que los que causan división continúen en la comunión de la iglesia. No debemos pensar que la iglesia deba incluir a los que causan división. Es cierto que la iglesia incluye a todos los creyentes, pero no a los que causan división.
Después que Pablo habla de los que causan divisiones y tropiezos, dice: “Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Cristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos” (16:18). La palabra griega traducida “vientre” es un derivado de la palabra que significa “vacío”. Se refiere al estómago o bien a toda la cavidad abdominal. Los que causan divisiones tienen un vacío, una cavidad, en su interior, que no ha sido llenada. Así que ellos, en su codicia y ambición, desean llenar este vacío. Tales personas no sirven al Señor ni tampoco les importa el recobro del Señor. En lugar de ello, lo único que les importa es llenar el vacío que tienen en su interior. A ellos no les importan los santos, ni las iglesias, ni el recobro ni el testimonio del Señor. Nosotros, en cambio, somos esclavos del Señor y estamos aquí únicamente por causa del recobro del Señor. Sin embargo, recientemente ha habido algunos entre nosotros que no mostraron ninguna preocupación por el recobro ni por las iglesias, sino únicamente por llenar su propio ser interior.
Romanos 16:18 dice que los que sirven a sus propios vientres, y no al Señor Jesucristo, engañan los corazones de los ingenuos con suaves palabras y lisonjas. En estos días muchos hermanos ingenuos han sido engañados por lisonjas y promesas.
(Mensajes de la verdad, capítulo 5, por Witness Lee)